La reciente muerte de Guillermo Fernández Vara ha dejado una profunda huella en la política española, especialmente en la comunidad autónoma de Extremadura. A los 66 años, el expresidente de la Junta de Extremadura falleció a causa de un cáncer de estómago, enfermedad que le fue diagnosticada en 2023. Su trayectoria política, marcada por un compromiso inquebrantable con el bienestar de los extremeños, ha sido reconocida tanto a nivel regional como nacional.
**Una carrera política destacada**
Nacido en Olivenza, Fernández Vara se formó en Medicina en la Universidad de Córdoba, donde desarrolló una carrera como forense antes de dar el salto a la política en 1995. Su primer cargo fue como director general de Salud Pública y Consumo en el gobierno de Juan Carlos Rodríguez Ibarra. Desde entonces, su carrera fue en ascenso, ocupando posiciones clave como consejero de Bienestar Social y Sanidad, hasta convertirse en presidente de la Junta de Extremadura en 2007. Durante su mandato, que se extendió hasta 2023, Fernández Vara se destacó por su enfoque en la sanidad y la educación, defendiendo la importancia de estos servicios públicos como pilares del progreso social.
A lo largo de su carrera, Fernández Vara encabezó la candidatura del PSOE en Extremadura en varias ocasiones, logrando revalidar su cargo en 2015 y 2019. Su estilo de liderazgo se caracterizó por un talante moderado y conciliador, buscando siempre el diálogo y la cooperación entre diferentes sectores de la sociedad. Su compromiso con la industrialización verde y la cualificación de los jóvenes fue una de las principales preocupaciones de su gobierno, con el objetivo de impulsar la economía de la región y mejorar las oportunidades laborales.
**Un legado de compromiso y humanidad**
La muerte de Guillermo Fernández Vara ha generado una ola de condolencias y tributos en el ámbito político y social. Su capacidad para conectar con la gente y su enfoque humano en la política lo convirtieron en una figura muy querida en Extremadura. En su última intervención pública, en mayo de 2025, Fernández Vara compartió su lucha contra el cáncer, expresando su deseo de seguir viviendo por su familia y por todos aquellos que lo necesitaban. Esta emotiva declaración refleja su carácter resiliente y su dedicación a los demás, valores que siempre defendió a lo largo de su vida.
A pesar de su enfermedad, Fernández Vara continuó cumpliendo con sus responsabilidades políticas hasta el final. Su participación en el XIV Congreso Provincial del PSOE de Badajoz fue un testimonio de su compromiso con el partido y con la comunidad. Su legado no solo se limita a su gestión política, sino que también incluye su labor como docente en la Universidad de Extremadura, donde impartió clases de Medicina legal y forense, una actividad que le brindaba gran satisfacción.
La noticia de su fallecimiento ha conmovido a muchos, y su figura será recordada como un símbolo de la política comprometida y cercana a la ciudadanía. Su enfoque en la sanidad y la educación, así como su visión de un futuro más próspero para Extremadura, son aspectos que perdurarán en la memoria colectiva de la región. La clase política y los colectivos sociales han expresado su pesar por la pérdida de un líder que dedicó su vida al servicio público y al bienestar de su comunidad.
En resumen, Guillermo Fernández Vara deja un legado que trasciende su tiempo en el cargo. Su vida y obra son un ejemplo de cómo la política puede ser un instrumento de cambio positivo y de mejora social. Su compromiso con la sanidad, la educación y el desarrollo sostenible de Extremadura son valores que seguirán inspirando a futuras generaciones de líderes y ciudadanos. La comunidad extremeña, y España en general, ha perdido a un político que supo poner las necesidades de la gente en el centro de su labor, y su ausencia se sentirá profundamente en los años venideros.