Guillermo Fernández Vara, un nombre que resonará en la historia de Extremadura, ha dejado una huella imborrable en la política española. Nacido en Olivenza, Badajoz, el 6 de octubre de 1958, su trayectoria política estuvo marcada por la moderación, el diálogo y un profundo compromiso con el bienestar social. Su reciente fallecimiento a causa de una larga enfermedad ha dejado a la comunidad extremeña y al Partido Socialista en un estado de luto, recordando su legado y su impacto en la vida de miles de ciudadanos.
### Un Trayecto Político Lleno de Logros
Desde sus inicios en la política, Fernández Vara mostró un compromiso inquebrantable con la salud pública y el bienestar social. Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Córdoba, comenzó su carrera como médico forense, donde destacó por su dedicación y profesionalismo. En 1995, dio el salto a la política al ser nombrado director general de Salud Pública y Consumo en la Junta de Extremadura. Su labor en este cargo fue fundamental para la posterior creación del Servicio Extremeño de Salud, un hito en la historia de la sanidad pública en la región.
En 2006, tras la renuncia de Juan Carlos Rodríguez Ibarra, Fernández Vara asumió la presidencia de la Junta de Extremadura. Durante su mandato, que se extendió hasta 2011 y luego de 2015 a 2023, se destacó por su capacidad de diálogo y su enfoque conciliador. A pesar de enfrentar desafíos significativos, como la crisis económica y la primera derrota electoral del PSOE en 2011, su liderazgo se caracterizó por la búsqueda de consensos y la colaboración con otros partidos, incluyendo el PP y Podemos.
Uno de los momentos más destacados de su carrera fue la gestión de la pandemia de COVID-19. Enfrentó la crisis sanitaria con determinación, priorizando la salud pública y la seguridad de los ciudadanos. Su enfoque pragmático y su capacidad para comunicar de manera efectiva fueron cruciales en un momento de incertidumbre y miedo.
### Un Hombre de Principios y Valores
Más allá de su carrera política, Guillermo Fernández Vara será recordado por su carácter afable y su compromiso con los valores sociales. Proveniente de una familia acomodada, siempre mantuvo una conexión profunda con su comunidad. Era un hombre sencillo, que disfrutaba de la vida familiar y de los placeres cotidianos, como compartir un cocido en su restaurante favorito en Mérida o pasear por el parque natural de Monfragüe.
Su visión de una Extremadura más justa y equitativa se tradujo en políticas que buscaban la igualdad de oportunidades para todos, independientemente de su origen. A lo largo de su carrera, Fernández Vara defendió la idea de que la política debía estar al servicio de las personas, y no al revés. Su famosa frase, «Ganar y perder son dos caras de la misma moneda», refleja su filosofía de vida y su enfoque hacia la política.
A pesar de los altibajos en su carrera, nunca perdió de vista su compromiso con el socialismo. Su paso por el PSOE fue un viaje de transformación personal y política, donde encontró su verdadera vocación. A lo largo de los años, se convirtió en un referente para muchos, no solo por sus logros políticos, sino también por su integridad y su capacidad para conectar con la gente.
La noticia de su fallecimiento ha resonado profundamente en la sociedad extremeña, donde muchos lo consideran un líder querido y respetado. Su legado perdurará en la memoria colectiva, y su ejemplo de moderación y servicio público seguirá inspirando a futuras generaciones de políticos y ciudadanos.
Guillermo Fernández Vara deja atrás un legado de compromiso, diálogo y humanidad. Su vida y obra son un testimonio de lo que significa ser un verdadero servidor público, y su ausencia se sentirá en cada rincón de Extremadura. En un mundo político a menudo marcado por la polarización y la confrontación, su enfoque conciliador y su dedicación a la comunidad son un recordatorio de la importancia de la empatía y el respeto en la política.