La provincia de Alicante ha presentado un panorama estable en cuanto a las defunciones durante el último año, según el informe anual del Instituto Nacional de Estadística (INE). Con un total de 16.794 fallecimientos en 2024, se observa una ligera disminución de 177 muertes en comparación con el año anterior, lo que representa un descenso del 1%. Este artículo se adentra en las principales causas de muerte en la región, destacando la prevalencia de enfermedades del sistema circulatorio y el cáncer.
**Causas Principales de Mortalidad en Alicante**
Las enfermedades del sistema circulatorio se han consolidado como la principal causa de muerte en la provincia, representando el 27,5% del total de defunciones. En cifras, esto se traduce en 4.613 fallecimientos atribuibles a condiciones como la hipertensión, infartos de miocardio, isquemia, insuficiencia cardíaca y accidentes cerebrovasculares, entre otros. En particular, los accidentes cerebrovasculares, comúnmente conocidos como ictus, han causado 855 muertes, lo que subraya la gravedad de estas patologías en la población alicantina.
En segundo lugar, los tumores han sido responsables del 26,6% de las defunciones en la provincia, con un total de 4.468 muertes por enfermedades oncológicas. Este dato es significativo, ya que por segundo año consecutivo, los tumores se posicionan como la primera causa de muerte a nivel nacional, superando a las enfermedades del sistema circulatorio. Entre los tipos de cáncer más mortales en Alicante, el de tráquea, bronquios y pulmón destaca, con 611 decesos en hombres y 309 en mujeres. Por otro lado, el cáncer de mama, aunque menos mortal en términos absolutos, afecta desproporcionadamente a las mujeres, con 268 muertes registradas.
Además de estas causas, otras patologías como la demencia senil y el Alzheimer también han contribuido a la mortalidad en la región, con 718 y 655 muertes respectivamente. Es importante señalar que estas enfermedades neurodegenerativas afectan en mayor medida a las mujeres, lo que plantea un desafío significativo para la salud pública en términos de atención y recursos.
**Tendencias en la Mortalidad y Factores Contribuyentes**
El análisis de las tendencias en mortalidad revela patrones preocupantes que pueden estar vinculados a diversos factores sociales y de salud. La estabilidad en el número de defunciones, a pesar de los avances en la medicina y la salud pública, sugiere que hay problemas subyacentes que requieren atención. Por ejemplo, el aumento en la incidencia de cáncer, especialmente entre pacientes más jóvenes, puede estar relacionado con factores como el estilo de vida, la dieta y la falta de detección temprana.
La detección tardía de enfermedades como el cáncer de mama es un tema recurrente en la comunidad médica. Expertos han señalado que la concienciación sobre la importancia de los chequeos regulares y la educación sobre los síntomas pueden ser cruciales para mejorar las tasas de supervivencia. La mortalidad por cáncer de mama, que afecta a un número creciente de mujeres jóvenes, es un claro indicativo de la necesidad de programas de prevención más efectivos.
Por otro lado, las enfermedades del sistema circulatorio, que han sido la principal causa de muerte en Alicante, también reflejan la importancia de la salud cardiovascular en la población. Factores como la hipertensión y el sedentarismo son prevalentes en la sociedad actual y pueden ser abordados mediante campañas de salud pública que fomenten estilos de vida más saludables.
En cuanto a las causas no naturales de muerte, se han registrado ahogamientos, suicidios y caídas accidentales, lo que indica la necesidad de implementar medidas de prevención y concienciación en la comunidad. Estos datos resaltan la importancia de abordar no solo las enfermedades crónicas, sino también los factores de riesgo asociados con la salud mental y la seguridad en el hogar.
La información proporcionada por el INE es fundamental para entender el estado de la salud en Alicante y para desarrollar políticas públicas que aborden las necesidades específicas de la población. Con un enfoque en la prevención y la educación, es posible mejorar las tasas de mortalidad y, en última instancia, la calidad de vida de los ciudadanos alicantinos.
