La reciente decisión sobre la ubicación de la nueva hoguera en La Albufereta ha desatado un intenso debate entre los residentes de la zona. A pesar de que se había alcanzado un acuerdo en una reunión celebrada a finales de septiembre entre el Ayuntamiento, la Federació de Fogueres y la Asociación de Vecinos de Albufereta-Playa Blanca, la controversia ha resurgido con fuerza. La hoguera, que se planea instalar en el Vial Flora de España, ha sido objeto de críticas por parte de un grupo de vecinos que se oponen a esta localización, argumentando que generará molestias significativas en su vida diaria.
La portavoz de este grupo, Manoli Fernández, quien ha vivido en la zona durante 43 años, ha expresado su preocupación por el impacto que la hoguera tendrá en la tranquilidad del vecindario. Según Fernández, la hoguera no solo traerá ruido, sino que también causará restricciones de tráfico que afectarán a los residentes, muchos de los cuales son personas mayores o tienen necesidades especiales. «Tener aquí el monumento y la barraca supondría un estrés constante», afirma. La indignación de los vecinos se ha visto reflejada en la recolección de 150 firmas que han sido presentadas al registro municipal, junto con un escrito que detalla su oposición a la instalación de la hoguera en esta ubicación.
El descontento se ha intensificado debido a que muchos residentes se enteraron de la decisión a través de los medios de comunicación, sin haber sido consultados previamente. «Estamos indignados. No es lógico que coloquen un monumento en un acceso principal a la Albufereta sin pedir opinión a quienes vivimos aquí», señala Fernández. Esta falta de comunicación ha generado un sentimiento de desconfianza entre los vecinos, quienes sienten que sus preocupaciones no están siendo tomadas en cuenta.
Por otro lado, la presidenta de la hoguera Albufereta, Julia Ñeco, ha defendido la decisión, asegurando que se están siguiendo todos los procedimientos acordados con las instituciones y colectivos vecinales. Ñeco ha afirmado que están entregando toda la documentación necesaria al Ayuntamiento y que, hasta el momento, la ubicación elegida es la que se mantendrá. Desde la Federació de Fogueres, se ha indicado que ya se han llevado a cabo reuniones con la asociación de vecinos para encontrar un lugar que sea aceptable para ambas partes, aunque parece que no se ha logrado un consenso.
La situación actual pone de manifiesto la complejidad de la organización de eventos festivos en áreas residenciales, donde las tradiciones y celebraciones pueden entrar en conflicto con la vida cotidiana de los vecinos. La hoguera, que es un símbolo de la cultura y las festividades en Alicante, se enfrenta ahora a la resistencia de aquellos que consideran que su instalación en el Vial Flora de España no es adecuada. La comunidad está dividida, y mientras algunos apoyan la celebración de la hoguera, otros se sienten amenazados por las posibles repercusiones en su calidad de vida.
El proceso para la instalación de la hoguera sigue su curso, a pesar del malestar expresado por los 150 vecinos que han firmado en contra. El Ayuntamiento de Alicante ha sido contactado para obtener una respuesta sobre la situación, pero hasta el momento no ha habido comentarios oficiales. La incertidumbre persiste, y los residentes continúan esperando que sus voces sean escuchadas en este debate que afecta directamente a su comunidad.
La hoguera de La Albufereta está programada para ser levantada en junio de 2026, y los preparativos están en marcha. Sin embargo, la oposición de los vecinos podría complicar el proceso, ya que se requiere la aprobación municipal y el cumplimiento de los trámites habituales, que incluyen la presentación del proyecto técnico. La situación es un recordatorio de la importancia de la participación ciudadana en la toma de decisiones que afectan a la comunidad, y de cómo la falta de comunicación puede llevar a conflictos innecesarios.
A medida que se acerca la fecha de la celebración, será crucial para el Ayuntamiento y los organizadores de la hoguera encontrar un equilibrio que satisfaga tanto a los festeros como a los residentes de La Albufereta. La comunidad espera que se tomen en cuenta sus preocupaciones y que se busquen soluciones que permitan disfrutar de las tradiciones sin sacrificar la paz y la tranquilidad que han caracterizado a su barrio durante tantos años.
