En el contexto político actual de Valencia, el partido Vox ha intensificado su crítica hacia la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL), un organismo que se encarga de regular el uso del valenciano. José María Llanos, síndic de Vox en Les Corts, ha manifestado su deseo de «estrangular» a la AVL, argumentando que su partido busca acabar con lo que considera una institución que no defiende adecuadamente la lengua y la identidad valenciana. Esta postura ha generado un amplio debate sobre la identidad lingüística y cultural en la Comunidad Valenciana.
La AVL, creada en 1998, tiene como objetivo promover y proteger el valenciano, pero Vox sostiene que ha cedido su soberanía lingüística al Institut d’Estudis Catalans. Llanos ha afirmado que el valenciano tiene una historia rica y que su lengua es distinta del catalán, lo que ha llevado a su partido a cuestionar la legitimidad de la AVL. Según él, la AVL representa una «traición» a la identidad valenciana, y su partido no tiene intención de cerrar el debate sobre la lengua, a pesar de las críticas que han recibido por su postura.
### La Historia Lingüística de Valencia
La historia del valenciano es compleja y está marcada por diferentes influencias a lo largo de los siglos. Desde el siglo XI, el valenciano ha sido hablado en la región, y muchos argumentan que tiene un legado cultural que lo distingue del catalán. Vox ha utilizado esta narrativa para reforzar su posición, afirmando que el valenciano tuvo su «siglo de oro» antes que el catalán. Esta afirmación busca establecer una diferencia clara entre ambas lenguas y, por ende, entre las identidades culturales de sus hablantes.
Llanos ha subrayado que la AVL no representa a todos los valencianos, sino que ha adoptado una postura que favorece a un modelo lingüístico que, según él, es impuesto por la izquierda. Esta crítica se enmarca dentro de un discurso más amplio que Vox ha mantenido durante años, donde se posiciona como defensor de la identidad nacional y regional frente a lo que perciben como un ataque por parte de movimientos separatistas.
El debate sobre la lengua en Valencia no es nuevo, pero ha cobrado relevancia en el contexto político actual, donde Vox ha ganado terreno en las elecciones. La insistencia de Llanos en que la AVL es un «caballo de Troya» que busca someter a los valencianos a una lengua que no es la suya ha resonado entre sus seguidores, quienes ven en esta lucha una defensa de su identidad cultural.
### Financiación Autonómica y su Impacto en Valencia
Además de su postura sobre la AVL, Llanos ha abordado el tema de la financiación autonómica, señalando que el sistema actual ha perjudicado a los valencianos durante más de 45 años. Según él, Valencia es una de las comunidades peor financiadas, lo que ha llevado a su partido a proponer un nuevo sistema de financiación que no dependa de los modelos que, según ellos, benefician a otras comunidades a expensas de la suya.
Vox ha criticado los acuerdos de financiación que han favorecido a comunidades como Cataluña, argumentando que estos acuerdos crean desigualdades y aumentan la carga fiscal sobre los valencianos. Llanos ha afirmado que cualquier modificación en el sistema actual es solo un parche y que se necesita una reforma integral que garantice una distribución más equitativa de los recursos.
La propuesta de Vox incluye la creación de un sistema de financiación nacional que evite los privilegios que, según ellos, disfrutan algunas comunidades. Este enfoque ha sido bien recibido por sus bases, quienes ven en la lucha por una mejor financiación una extensión de su defensa de la identidad valenciana. La conexión entre la lengua y la financiación se ha convertido en un punto focal para Vox, que utiliza ambos temas para consolidar su imagen como el defensor de los intereses valencianos frente a lo que consideran un centralismo perjudicial.
En este contexto, la figura del president de la Generalitat, Carlos Mazón, también ha sido objeto de atención. Llanos ha expresado su apoyo a Mazón en su esfuerzo por la reconstrucción de la comunidad, aunque ha dejado claro que su partido no ha pactado directamente con él, sino con el Partido Popular. Esta relación política es crucial para Vox, que busca mantener su influencia en la política valenciana mientras navega por un panorama complejo y en constante cambio.
El debate sobre la lengua y la financiación en Valencia es un reflejo de las tensiones más amplias que existen en la política española. Vox ha encontrado en estos temas una oportunidad para movilizar a su base y posicionarse como un actor clave en la política regional. A medida que se desarrollan los acontecimientos, será interesante observar cómo estas dinámicas continúan influyendo en la identidad y la política de la Comunidad Valenciana.