Más de 200 veterinarios y defensores de los derechos de los animales se manifestaron en Alicante para expresar su desacuerdo con el Real Decreto 666/2023, conocido como la Ley del Medicamento Veterinario. Esta normativa, que regula la prescripción y uso de medicamentos veterinarios, ha generado un fuerte rechazo en el sector, que considera que las restricciones impuestas son excesivas y perjudiciales tanto para los profesionales como para el bienestar animal.
La manifestación, que tuvo lugar el pasado domingo, comenzó en la Plaza de los Luceros y recorrió varias calles del centro de la ciudad, finalizando en la explanada del Puerto de Alicante. Durante el recorrido, los participantes, en su mayoría veterinarios, expresaron su descontento con gritos como «los veterinarios somos sanitarios» y «solo es válido nuestro criterio clínico», buscando resaltar la importancia de su labor en la salud pública y el bienestar de los animales.
El presidente del Colegio de Veterinarios de Alicante, Gonzalo Moreno del Val, fue uno de los oradores que destacó la gravedad de la situación. En sus declaraciones, subrayó que la Ley del Medicamento Veterinario no solo afecta a los veterinarios, sino que también tiene implicaciones directas en la salud de los animales y, por ende, en la salud pública. «No es solo un problema para los veterinarios, es un conflicto que afecta a todos los animales y tiene importantes ramificaciones sanitarias para las personas», afirmó.
La Ley del Medicamento Veterinario fue diseñada con el objetivo de garantizar un uso más responsable de los fármacos veterinarios, en un esfuerzo por frenar las resistencias antimicrobianas. Sin embargo, los veterinarios argumentan que las restricciones son demasiado rígidas y no permiten a los profesionales prescribir tratamientos adecuados basados en su conocimiento y experiencia. Moreno del Val criticó que la normativa se basa en prospectos que no han sido revisados en tres décadas, lo que limita la capacidad de los veterinarios para ofrecer tratamientos efectivos.
### Impacto en la salud pública y la economía del sector
Uno de los puntos más críticos que surgieron durante la manifestación fue el impacto que la Ley del Medicamento Veterinario puede tener en la salud pública. Los veterinarios señalaron que muchas enfermedades que afectan a los animales pueden transmitirse a los humanos, lo que convierte la regulación en un asunto de salud pública. «En primera instancia es un problema para la salud de los animales, pero en segundo término, hay muchas enfermedades que pueden transmitirse a las personas», advirtió Moreno del Val.
Además de las preocupaciones sobre la salud, los veterinarios también hicieron hincapié en la carga fiscal que enfrentan. Actualmente, los servicios veterinarios están sujetos a un IVA del 21%, un porcentaje que consideran desproporcionado y que afecta la accesibilidad de los tratamientos para los dueños de mascotas. «Somos la única profesión sanitaria grabada con IVA. Un impuesto que repercute en mucha gente, pues según las estadísticas, la mitad de la población española tiene un animal de compañía», explicó el presidente del Colegio.
A pesar de que el PSOE ha propuesto en varias ocasiones la reducción del IVA para los servicios veterinarios, estas iniciativas no han logrado concretarse en cambios legislativos. La actual legislación solo permite un tipo reducido del 10% para ciertas actividades ganaderas, lo que deja a los veterinarios en una situación de desventaja. Moreno del Val instó a los responsables políticos a cumplir con sus promesas electorales y a aplicar una reducción del IVA que beneficie a los profesionales del sector.
Los veterinarios de Alicante no son los únicos que han alzado la voz contra esta regulación. En más de 40 capitales de provincia en España, se han llevado a cabo movilizaciones similares, evidenciando un descontento generalizado en el sector. A pesar de la presión ejercida a través de estas manifestaciones, la normativa sigue vigente, lo que ha llevado a los profesionales a intensificar sus esfuerzos para lograr cambios significativos.
La manifestación en Alicante fue un claro reflejo de la unidad y determinación del colectivo veterinario. Con un ambiente pacífico pero crítico, los participantes dejaron claro que están dispuestos a luchar por sus derechos y por el bienestar de los animales. La situación actual plantea un desafío no solo para los veterinarios, sino también para la salud pública y la relación entre humanos y animales en la sociedad actual. La lucha por una regulación más justa y equitativa continúa, y los veterinarios de Alicante están decididos a no rendirse hasta que se logren cambios significativos en la legislación que afecta a su profesión.