En un contexto de creciente aislamiento internacional, Rusia ha decidido organizar su propio certamen musical, Intervisión, que se llevará a cabo en Moscú. Este evento busca ser una alternativa al conocido Eurovisión, del cual Rusia ha sido excluida debido a su invasión de Ucrania y las tensiones políticas con Occidente. Con la participación de una veintena de países, muchos de ellos aliados o con relaciones amistosas con el Kremlin, el festival se presenta como una plataforma para mostrar que Rusia no está completamente aislada en el ámbito cultural.
### Un Certamen con Historia
Intervisión no es un concepto nuevo; ya existió un festival con este nombre durante la era soviética. Sin embargo, el nuevo Intervisión se diferencia notablemente en su formato y en los países participantes. La elección de retomar este nombre no es casual, ya que el Kremlin a menudo busca referencias a su pasado soviético para legitimar sus iniciativas actuales. El evento de este año contará con la participación de artistas de diversas naciones, incluyendo a los miembros de los BRICS como Brasil, China, India, Sudáfrica, y otros países latinoamericanos como Colombia y Venezuela. También se espera la presencia de representantes de naciones árabes y africanas, así como de Estados Unidos, lo que añade un elemento inesperado al evento.
La intención de Rusia es clara: demostrar que, a pesar de las sanciones y el aislamiento, sigue siendo un actor relevante en el escenario internacional. El ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, ha expresado su esperanza de que este certamen se convierta en un evento anual, lo que podría ayudar a fortalecer la imagen de Rusia en el ámbito cultural y musical.
### Artistas y Representantes
La selección de los artistas que representarán a cada país también ha generado interés. En el caso de Rusia, el elegido es Shaman, un cantante conocido por su ferviente nacionalismo y su apoyo al régimen de Putin. Su canción más famosa, ‘Soy ruso’, refleja su alineación con las políticas del Kremlin, y ha actuado en varias ocasiones para recaudar fondos para las tropas rusas en Ucrania. Esta elección no es casual, ya que el Kremlin busca proyectar una imagen de unidad y patriotismo a través de su representación musical.
Por otro lado, la participación de Estados Unidos es un aspecto que ha sorprendido a muchos. La cantante Vassy, de origen griego y australiana, será la representante del país. Su inclusión en el festival podría interpretarse como un intento de Rusia de atraer a artistas de renombre internacional, a pesar de las tensiones políticas existentes. Otros países, como Bielorrusia, han optado por llevar a artistas más conocidos, como la ganadora del concurso ‘Got Talent’ nacional, Nastya Kravchenko, mientras que Arabia Saudí enviará a Zena Emad, una figura prominente en su escena musical.
El evento se presenta no solo como una competencia musical, sino también como un escaparate de la política exterior rusa. Al invitar a países que han mantenido relaciones amistosas con Moscú, Rusia busca reforzar la idea de que tiene aliados en el mundo, a pesar de las sanciones y el aislamiento que enfrenta en el ámbito político. La participación de naciones como Irán, Venezuela y otros países del bloque BRICS subraya esta estrategia.
### Un Escenario Internacional
El festival Intervisión se desarrollará en un contexto donde la música y la cultura se entrelazan con la política. A medida que Rusia busca reafirmar su presencia en el escenario internacional, este evento podría convertirse en un punto de referencia para futuras iniciativas culturales. La elección de los participantes y el formato del festival reflejan no solo la diversidad cultural, sino también las alianzas estratégicas que Rusia está tratando de construir en un mundo cada vez más polarizado.
La ausencia de figuras políticas de alto nivel, como el presidente Vladimir Putin, en el evento también es notable. Según el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, el presidente no tiene previsto asistir, lo que podría interpretarse como un intento de mantener el festival en un ámbito más cultural que político. Sin embargo, la conexión entre la música y la política es innegable, y muchos observadores estarán atentos a cómo se desarrollan las interacciones entre los artistas y los representantes de los países participantes.
Intervisión se perfila como un evento que no solo celebrará la música, sino que también servirá como un reflejo de las dinámicas políticas actuales. A medida que el mundo observa, Rusia busca demostrar que, a pesar de las adversidades, sigue siendo un jugador importante en el ámbito cultural global.