La Dirección General de Tráfico (DGT) está en proceso de implementación de seis nuevos radares en la provincia de Alicante, una medida que busca mejorar la seguridad vial en las carreteras locales. Este esfuerzo se enmarca dentro de un plan más amplio de modernización de las infraestructuras de tráfico, que incluye la instalación de cinemómetros fijos en puntos estratégicos de la red viaria. La instalación de estos dispositivos está casi completa, y se espera que comiencen a operar entre finales de 2025 y principios de 2026.
Los nuevos radares estarán ubicados en diversas carreteras de la provincia, incluyendo la A-7 a la altura de Elche, la N-340 también en Elche, la A-31 en Novelda y Elda, la CV-70 entre Benidorm y La Nucia, y la CV-920 en Rojales. La Jefatura Provincial de Tráfico ha indicado que las cabinas de los radares ya están terminadas, y solo falta la configuración y la certificación del Centro Español de Metrología (CEM) para su activación. La DGT ha enfatizado que la razón principal detrás de la instalación de estos radares es la seguridad vial, un aspecto crucial para la reducción de accidentes en las carreteras.
El subdelegado del Gobierno en Alicante, Juan Antonio Nieves, ha subrayado la importancia de estos nuevos dispositivos, afirmando que representan un paso significativo hacia la modernización de las infraestructuras de tráfico en la provincia. Con la implementación de estos radares, Alicante se posiciona a la vanguardia en el control de velocidad y en la mejora de la seguridad en sus vías. Este enfoque proactivo es parte de un esfuerzo más amplio para reducir la siniestralidad en las carreteras y promover una conducción más responsable entre los usuarios.
### Cambios en la regulación de velocidad
A principios de 2025, la DGT ya había puesto en marcha otros cuatro radares en la provincia, ubicados en puntos estratégicos como la N-332 en Santa Pola, la CV-96 en Elche, la CV-905 en Torrevieja y la A-77a en San Vicente del Raspeig. Estos dispositivos son parte de un esfuerzo continuo para mejorar la precisión en el control de velocidad. Desde el verano, los radares de la DGT han visto una reducción en sus márgenes de error, lo que significa que ahora pueden detectar infracciones a velocidades más bajas.
Anteriormente, los márgenes de error permitidos eran de 5 km/h en vías de hasta 100 km/h y de 7 km/h en carreteras con límites superiores. Sin embargo, con la actualización de los radares a modelos de última generación, estos márgenes se han reducido. Por ejemplo, en vías urbanas, un radar ahora puede activar una infracción a 33 km/h en lugar de 35 km/h, lo que representa un cambio significativo en la forma en que se controlan las velocidades. En carreteras, el nuevo margen se aplica de manera similar, lo que significa que los conductores deben ser más conscientes de sus velocidades para evitar sanciones.
Este cambio en la regulación es parte de un esfuerzo más amplio para fomentar una cultura de conducción más segura. La DGT ha implementado la regla del 3, que establece que en vías de 30 km/h, un radar activará una infracción a 33 km/h, y en vías de 50 km/h, a 53 km/h. Para los radares móviles, el margen se mantiene en el 5%, lo que significa que en autopistas y autovías, un conductor podría ser multado a partir de 55 km/h.
### Impacto en la seguridad vial
La implementación de estos nuevos radares y la reducción de los márgenes de error son medidas que buscan no solo aumentar la recaudación de multas, sino también, y más importante, mejorar la seguridad en las carreteras. La DGT ha señalado que la activación de estos dispositivos es una cuestión de seguridad vial, y su objetivo es reducir el número de accidentes y muertes en las carreteras de Alicante.
La instalación de radares en puntos críticos, donde se ha registrado un alto número de accidentes, es una estrategia que ha demostrado ser efectiva en otras regiones. Al aumentar la vigilancia y el control de velocidad, se espera que los conductores adopten comportamientos más responsables al volante, lo que podría traducirse en una disminución de la siniestralidad.
Además, la modernización de la infraestructura de tráfico no solo implica la instalación de nuevos radares, sino también la mejora de la señalización y la educación vial. La DGT está trabajando en campañas de concienciación para informar a los conductores sobre la importancia de respetar los límites de velocidad y las normas de tráfico. Estas iniciativas son fundamentales para crear un entorno más seguro para todos los usuarios de la vía, incluidos peatones y ciclistas.
La combinación de tecnología avanzada, regulación más estricta y educación vial es clave para lograr un cambio significativo en la seguridad de las carreteras. Con la llegada de los nuevos radares y la implementación de márgenes de error más precisos, la DGT está dando pasos firmes hacia un futuro más seguro en las carreteras de Alicante.