La gestión del agua es un tema crucial en España, especialmente en regiones como la Comunitat Valenciana, donde la escasez de recursos hídricos es un desafío constante. Recientemente, se ha establecido un plazo para la sustitución de contadores de agua que tienen más de 12 años de antigüedad, lo que ha generado preocupación entre ayuntamientos y empresas de abastecimiento. Esta medida, impulsada por el Gobierno central, busca mejorar la eficiencia hídrica y evitar sanciones que pueden alcanzar los 5.000 euros.
La Orden Ministerial ICT/155/2020, que establece esta obligación, fue promulgada en febrero de 2020 y otorga un periodo de cinco años para la renovación de estos dispositivos. Sin embargo, a menos de un mes de que expire este plazo, solo se ha logrado sustituir el 17% de los contadores obsoletos en todo el país. Esto significa que aproximadamente dos millones de contadores aún no han sido reemplazados, lo que podría acarrear multas significativas para las entidades responsables.
### La Situación Actual de los Contadores de Agua
La situación de los contadores de agua en España es alarmante. Según datos de la Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (AEAS) y la Asociación Española de Empresas Gestoras de los Servicios de Agua Urbana (AGA), las comunidades autónomas que han avanzado más en la renovación de contadores son Canarias y Castilla-La Mancha, con 181 y 122 contadores renovados por cada 1.000 habitantes, respectivamente. En contraste, la Comunitat Valenciana se encuentra en una media de solo 16 contadores renovados por cada 1.000 habitantes.
La falta de renovación de estos dispositivos no solo afecta a la eficiencia del sistema de abastecimiento, sino que también puede tener un impacto directo en el bolsillo de los ciudadanos. La sustitución de contadores obsoletos puede suponer un ahorro significativo en la factura del agua. Según estimaciones del sector, una familia media que gasta 250 euros al año en agua podría ahorrar cerca del 15% de su factura, lo que equivale a aproximadamente 37,50 euros anuales.
Además, la modernización de los contadores hacia modelos que permiten la telelectura es fundamental para optimizar el uso del agua. Estos dispositivos permiten a los usuarios conocer su consumo en tiempo real, lo que facilita la detección de fugas y la gestión eficiente del recurso. La telelectura se ha implantado en un 20% a 35% del parque de contadores en algunas comunidades, pero aún queda un largo camino por recorrer.
### Responsabilidades y Desafíos en la Sustitución
La responsabilidad de la sustitución de los contadores recae en el titular del suministro. En muchas ciudades, el contador pertenece a la empresa concesionaria o al ayuntamiento, lo que significa que la sustitución se gestionará de forma gratuita. Sin embargo, en comunidades de propietarios, donde generalmente hay un único contador general, los vecinos podrían tener que asumir el coste de la renovación.
Este aspecto ha generado cierta preocupación entre los ciudadanos, ya que la carga financiera podría recaer sobre ellos en lugar de las entidades responsables. Además, la normativa establece que los contadores que se estropeen deben ser reemplazados por nuevos, sin posibilidad de reparación, lo que añade otra capa de complejidad al proceso.
El Gobierno ha abierto un periodo de alegaciones para considerar la posibilidad de extender el plazo de sustitución de contadores de agua, lo que podría ser una medida necesaria dada la lentitud de algunas corporaciones locales en cumplir con la normativa. Esta extensión podría permitir que los contadores que superen su vida útil en los próximos años sean reemplazados, evitando así sanciones para las entidades responsables.
La transición hacia un sistema de medición más eficiente y moderno es esencial no solo para cumplir con las normativas, sino también para garantizar un uso sostenible del agua en un país donde este recurso es cada vez más escaso. La implementación de tecnologías avanzadas en la medición del consumo de agua no solo beneficiará a los usuarios, sino que también contribuirá a la sostenibilidad del sistema hídrico en su conjunto.
La situación actual plantea un desafío significativo para ayuntamientos y empresas de abastecimiento, que deben actuar con rapidez para evitar sanciones y garantizar un suministro de agua eficiente y sostenible. La colaboración entre las diferentes partes interesadas será clave para lograr una transición exitosa hacia un sistema de gestión del agua más eficiente y responsable.