La Nit de l’Albà en Elche se ha consolidado como una de las festividades más emblemáticas de la ciudad, atrayendo a miles de visitantes cada año. Este evento, que se celebra en la noche del 14 de agosto, es conocido por su impresionante despliegue de fuegos artificiales, que iluminan el cielo de Elche y crean un ambiente mágico y festivo. En 2025, la celebración alcanzó un nuevo hito al lanzar 2,7 toneladas de material pirotécnico, lo que la convierte en una de las ediciones más memorables hasta la fecha.
La noche comenzó con una atmósfera de expectativa, ya que los ilicitanos y turistas se reunieron en terrazas, balcones y puentes a lo largo del cauce del Vinalopó para disfrutar del espectáculo. Sin embargo, la falta de viento se convirtió en un desafío inesperado. El humo generado por los fuegos artificiales se mantuvo en el aire, dificultando la visibilidad en algunas áreas. A pesar de este inconveniente, el espectáculo continuó, y muchos lograron disfrutar de la belleza de la Palmera de la Virgen, el punto culminante de la celebración.
### Un Espectáculo Pirotécnico Sin Precedentes
La Palmera de la Virgen es el corazón de la Nit de l’Albà, un impresionante despliegue de fuegos artificiales que se lanza desde 23 puntos estratégicos alrededor de la basílica de Santa María. Este año, se habían previsto 312 palmeras, cada una diseñada para ofrecer un espectáculo visual único. La empresa pirotécnica Ferrández fue la encargada de llevar a cabo esta monumental tarea, y los resultados fueron espectaculares.
Los últimos diez minutos del espectáculo fueron especialmente intensos, con cohetes que parecían encender la ciudad. La combinación de luces y sonidos creó una experiencia sensorial que dejó a los asistentes sin aliento. A medida que la Palmera alcanzaba su punto máximo, los espectadores se sintieron transportados a un mundo de ensueño, donde la noche se convertía en día y el cielo se llenaba de colores vibrantes.
El alcalde de Elche, Pablo Ruz, destacó la importancia de la celebración y el papel del Ayuntamiento en su organización. Con una inversión creciente en la festividad, el evento no solo se ha convertido en un símbolo de la cultura local, sino también en un atractivo turístico que beneficia a la economía de la ciudad. La Nit de l’Albà no es solo una fiesta de fuegos artificiales; es una celebración de la identidad ilicitana, llena de tradiciones y recuerdos compartidos.
### Tradición y Comunidad en la Nit de l’Albà
La Nit de l’Albà no solo se trata de fuegos artificiales; es una celebración que une a la comunidad. Muchos ilicitanos tienen recuerdos de su infancia asociados a esta festividad, donde se reunían con familiares y amigos para disfrutar de la noche. La tradición de comer sandía al finalizar el espectáculo es un ejemplo de cómo la festividad ha sido transmitida de generación en generación, aunque esta costumbre ha ido disminuyendo con el tiempo.
El canto del «Gloria Patri» al final del espectáculo es otro momento significativo que resuena en los corazones de los ilicitanos. Este canto, que se escucha desde la basílica de Santa María, marca el cierre de la celebración y evoca un sentido de pertenencia y orgullo entre los asistentes. La Palmera de la Virgen, que este año alcanzó un diámetro de más de 600 metros y una altura de 300 metros, se convirtió en un símbolo de esperanza y unidad para la comunidad.
A pesar de los desafíos, como la falta de viento que afectó la visibilidad, la Nit de l’Albà de 2025 fue un éxito rotundo. La Policía Local y los Bomberos no reportaron incidentes significativos, lo que permitió que la celebración transcurriera con tranquilidad. Sin embargo, se registraron algunos heridos leves, lo que subraya la importancia de la seguridad en eventos de esta magnitud.
La Nit de l’Albà es más que una simple festividad; es una manifestación de la cultura y la tradición de Elche. Con cada año que pasa, la celebración se fortalece, atrayendo a más visitantes y consolidando su lugar en el calendario festivo de la ciudad. La combinación de pirotecnia, música y comunidad hace de esta noche un evento inolvidable, donde la luz y la tradición se entrelazan para crear una experiencia mágica que perdurará en la memoria de todos los que la vivieron.