La reciente demolición de la fachada protegida de la Calle Segura en Alicante ha suscitado un intenso debate sobre la protección del patrimonio cultural en la ciudad. Este suceso, que se produce en un contexto de incertidumbre sobre la aprobación definitiva del Catálogo de Protecciones, pone de manifiesto las tensiones entre el desarrollo urbano y la conservación del legado histórico.
La historia del Catálogo de Protecciones de Alicante se remonta a cinco años atrás, cuando se aprobó provisionalmente en septiembre de 2020. Este catálogo tenía como objetivo proteger alrededor de quinientos edificios históricos en la ciudad, un esfuerzo que fue respaldado por una amplia gama de partidos políticos, incluidos PP, Cs, PSOE y Compromís. Sin embargo, a pesar de la aprobación inicial, el proceso para su ratificación definitiva ha estado marcado por retrasos y complicaciones administrativas.
Uno de los edificios emblemáticos que motivó la creación del catálogo fue el antiguo cine Ideal, ubicado en la avenida de la Constitución. Este inmueble ha estado en el centro de un proyecto de transformación que busca convertirlo en un hotel. La empresa propietaria ha denunciado al alcalde Luis Barcala, acusándolo de ignorar los trámites necesarios para avanzar en el proyecto. Mientras tanto, grupos como Unir Alacant y Salvem l’Ideal han exigido que se proteja el interior del cine, temiendo que su posible conversión en hotel implique la pérdida de su valor histórico.
### La Suspensión de Licencias y el Derribo de Edificios
En un intento por frenar la demolición de edificios históricos mientras se espera la aprobación definitiva del Catálogo, el Ayuntamiento de Alicante suspendió en junio de 2022 las licencias de demolición para los inmuebles incluidos en el catálogo. Sin embargo, esta medida no ha sido suficiente para evitar el derribo de la fachada de la Calle Segura, que fue demolida tras obtener una licencia antes de la suspensión. Este hecho ha generado críticas y ha puesto en evidencia la falta de efectividad de las medidas de protección.
A pesar de la suspensión de licencias, el Ayuntamiento ha solicitado en varias ocasiones la ampliación de esta medida, pero el proceso ha sido lento y ha estado plagado de obstáculos. En febrero de 2024, la Generalitat, bajo la presidencia de Carlos Mazón, envió al Ayuntamiento una lista de subsanaciones necesarias para que el Catálogo pudiera ser aprobado de manera definitiva. Sin embargo, estas subsanaciones aún no han sido atendidas, lo que ha llevado a la frustración de los defensores del patrimonio.
El concejal de EU-Podemos, Manolo Copé, ha cuestionado al gobierno municipal sobre el estado del Catálogo, y el portavoz del gobierno local, Manuel Villar, ha mencionado la creación de un equipo técnico para revisar y subsanar el catálogo. Sin embargo, casi un año después, la Concejalía de Urbanismo ha declarado que no existe viabilidad jurídica para llevar a cabo el convenio con la Universidad de Alicante que se había propuesto para este fin.
### La Lucha por la Protección del Patrimonio
La demolición de la fachada de la Calle Segura es solo un ejemplo de un problema más amplio que enfrenta Alicante: la lucha por la protección del patrimonio cultural en un entorno urbano en constante cambio. La falta de una aprobación definitiva del Catálogo de Protecciones ha dejado a muchos edificios históricos en una situación vulnerable, expuestos a la especulación y al deterioro.
Las entidades y grupos ciudadanos que abogan por la conservación del patrimonio cultural han intensificado sus esfuerzos para presionar al Ayuntamiento y a la Generalitat para que se tomen medidas efectivas. La preocupación por la pérdida de la identidad cultural de la ciudad es palpable, y muchos ciudadanos sienten que su patrimonio está siendo sacrificado en nombre del desarrollo económico.
La situación actual plantea interrogantes sobre el futuro del patrimonio alicantino. ¿Cómo se puede equilibrar el desarrollo urbano con la necesidad de preservar la historia y la cultura de la ciudad? La respuesta a esta pregunta es crucial para garantizar que Alicante no solo sea un lugar de crecimiento económico, sino también un espacio donde su rica historia y patrimonio sean valorados y protegidos.
En este contexto, es fundamental que las autoridades locales y regionales actúen con rapidez y determinación para resolver los problemas que han impedido la aprobación definitiva del Catálogo de Protecciones. La protección del patrimonio cultural no debe ser una cuestión de debate, sino una prioridad que refleje el compromiso de la ciudad con su historia y su identidad.