La gestión de la tragedia del 29 de octubre, conocida como la dana, ha sido objeto de intensos debates y críticas en la Comunitat Valenciana. El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, ha estado en el centro de la controversia debido a las múltiples versiones que ha ofrecido sobre su agenda durante las horas críticas de la catástrofe. A medida que se han ido conociendo más detalles, se han revelado inconsistencias en su relato, lo que ha llevado a cuestionar su credibilidad y la de su equipo.
**Las Horas Críticas y el Almuerzo de Trabajo**
El 29 de octubre de 2024, la Comunitat Valenciana se vio azotada por una dana que dejó un saldo trágico de 229 fallecidos. En medio de esta crisis, la presencia y acciones de Mazón han sido objeto de escrutinio. Desde el primer momento, la pregunta sobre su ubicación durante los momentos más críticos ha sido recurrente. El 7 de noviembre, Mazón declaró que había estado en un «almuerzo de trabajo» después de sus compromisos oficiales, lo que marcó su primer cambio de versión, ya que anteriormente había calificado ese encuentro como «privado». Sin embargo, no había ninguna actividad oficial programada en su agenda más allá de su reunión con los agentes sociales a las 13:45 horas.
La confusión se intensificó cuando se supo que el presidente de la patronal CEV, Salvador Navarro, desmintió haber compartido mesa con Mazón, lo que llevó a la Generalitat a aclarar que se había tratado de un error en la difusión de la agenda. Finalmente, se reveló que Mazón había almorzado con la periodista Maribel Vilaplana en El Ventorro, un detalle que había sido ocultado inicialmente por petición de la comunicadora, quien temía represalias.
**Inconsistencias en la Cronología de los Hechos**
La cronología de los eventos del 29-O ha sido objeto de múltiples alteraciones por parte de Mazón. La versión oficial indicaba que el presidente llegó al Palau a las 18:00 horas, pero Vilaplana, en una carta abierta, contradijo esta afirmación al afirmar que abandonaron el restaurante entre las 18:30 y las 18:45 horas. Esto significaría que Mazón no podría haber llegado al Palau a la hora que había indicado. Además, se ha confirmado que su llegada al Cecopi, el centro de coordinación de emergencias, no ocurrió hasta las 20:28 horas, un hecho que contradice su declaración inicial de que había llegado «a media tarde».
La situación se complica aún más con las declaraciones de Mazón sobre el trayecto desde el Palau hasta el Cecopi. En varias entrevistas, afirmó que el viaje fue complicado debido al mal tiempo y al tráfico. Sin embargo, dado que se ha demostrado que estaba en el centro de Valencia alrededor de las 20:00 horas, el trayecto no debería haber sido problemático, lo que plantea dudas sobre la veracidad de sus afirmaciones.
La falta de claridad en su relato ha llevado a la oposición a exigir más información, incluyendo el tiquet del restaurante donde se llevó a cabo el almuerzo, para esclarecer detalles sobre el costo y la duración de la comida. La respuesta del Consell fue que no podían proporcionar la factura porque Mazón había asistido como líder del PP valenciano y no como presidente de la Generalitat, un matiz que había sido omitido en las semanas anteriores.
**La Reacción de la Oposición y la Opinión Pública**
La oposición ha aprovechado estas inconsistencias para cuestionar la gestión de Mazón durante la crisis. El PSPV y otros partidos han exigido responsabilidades y han solicitado que se aclare la situación en las Corts. La falta de transparencia en la gestión de la emergencia ha generado un clima de desconfianza entre la ciudadanía, que espera respuestas claras y precisas sobre lo ocurrido en una de las tragedias más devastadoras de la región.
El hecho de que Mazón haya cambiado su versión en al menos ocho ocasiones sobre su agenda durante las horas críticas ha alimentado la percepción de que su gobierno no está manejando la situación con la seriedad que merece. La ciudadanía se pregunta si se está ocultando información relevante que podría arrojar luz sobre la respuesta institucional ante la dana.
A medida que se acercan nuevas fechas conmemorativas de la tragedia, la presión sobre Mazón y su equipo continúa aumentando. La gestión de la crisis del 29-O no solo ha puesto a prueba la capacidad de liderazgo del presidente, sino que también ha desatado un debate más amplio sobre la responsabilidad política en situaciones de emergencia. La falta de claridad y las contradicciones en su relato son un recordatorio de la importancia de la transparencia y la rendición de cuentas en la gestión pública.
