Las elecciones a la presidencia de la Federación Internacional del Automovilismo (FIA), programadas para el 12 de diciembre de 2025 en Taskent, se perfilan como una de las más disputadas en la historia reciente de la organización. Con un panorama electoral que incluye a varios candidatos con visiones y propuestas divergentes, el futuro del automovilismo podría estar en juego. Mohammed Ben Sulayem, el actual presidente, busca la reelección en medio de un mandato que ha estado marcado por controversias y críticas. Sin embargo, su camino no será fácil, ya que otros aspirantes están decididos a desafiar su liderazgo.
La figura de Ben Sulayem, un ex piloto de rallies y campeón de Oriente Medio, ha estado bajo el escrutinio público debido a su estilo de mando autoritario y a las tensiones que ha generado con figuras prominentes de la Fórmula 1, como Lewis Hamilton y Max Verstappen. A pesar de haber sido exonerado de irregularidades por la comisión de ética de la FIA en 2024, la percepción de un desgaste en su liderazgo es evidente. Dirigentes nacionales han expresado su preocupación por una supuesta «pérdida del rumbo moral» en la institución, lo que podría influir en la decisión de los clubes miembros en las próximas elecciones.
### Nuevas Voces en la Carrera Electoral
Uno de los principales rivales de Ben Sulayem es Tim Mayer, un estadounidense con una larga trayectoria en la FIA. Mayer, quien fue despedido en 2024 tras un conflicto relacionado con el Gran Premio de Estados Unidos, ha emergido como una amenaza significativa. Con el lema «FIA Forward», promete una gobernanza más transparente y participativa, denunciando la falta de democracia interna en la organización. Su experiencia en campeonatos como IMSA y Champ Car le otorga un respaldo considerable, especialmente en Norteamérica, donde su mensaje resuena con fuerza.
Por otro lado, Laura Villars, una joven piloto suiza de 28 años, se ha convertido en la primera mujer en postularse para la presidencia de la FIA. Con un enfoque en la inclusión y la igualdad, Villars ha captado la atención de muchos, proponiendo una federación más democrática y con metas ambiciosas, como la reducción de muertes en el automovilismo a cero para 2035. Su campaña ha ganado tracción en redes sociales, aunque también ha enfrentado críticas por su presencia en línea. Villars ha respondido con firmeza, defendiendo su autenticidad y la solidez de su programa.
La última en unirse a la contienda es Virginie Philippot, una belga de 33 años con un perfil mediático que combina su experiencia como ex Miss Internacional y periodista de automovilismo. Philippot, fundadora de la ONG Drive For Hope, se centra en la diversidad y la inclusión en el automovilismo. Su candidatura añade un nuevo elemento al debate, ya que busca no solo ser la primera mujer en liderar la FIA, sino también asegurar que no sea la última.
### Implicaciones para el Futuro del Automovilismo
El resultado de estas elecciones no solo determinará quién liderará la FIA, sino que también tendrá un impacto significativo en el futuro del automovilismo a nivel global. La relación entre la FIA y Liberty Media, la empresa matriz de la Fórmula 1, así como la definición de las regulaciones de motores para 2030, dependerán de la dirección que tome la nueva presidencia. Además, los programas de sostenibilidad y seguridad en el automovilismo también estarán en juego, lo que hace que estas elecciones sean cruciales para el futuro del deporte.
La salida de Carlos Sainz de la contienda electoral ha eliminado una opción de consenso, pero ha abierto la puerta a un escenario más plural y competitivo. Con Ben Sulayem, Mayer, Villars y Philippot en la carrera, se presentan cuatro modelos de liderazgo muy distintos, cada uno con su propia visión sobre cómo debería evolucionar la FIA y el automovilismo en general.
A medida que se acerca la fecha de las elecciones, la presión sobre los candidatos aumentará. Cada uno de ellos deberá presentar sus propuestas de manera clara y convincente para ganar el apoyo de los 245 clubes miembros de la FIA. La contienda promete ser intensa, y el resultado podría redefinir el rumbo del automovilismo en los próximos años.