Un caso escalofriante ha salido a la luz en la Audiencia Provincial de Valencia, donde un hombre de 35 años se enfrenta a graves acusaciones tras presuntamente retener y violar a un joven durante una cita sexual. Este suceso, que tuvo lugar en el barrio de la Coma en Paterna, ha dejado a la víctima con secuelas físicas y psicológicas significativas, incluyendo un trastorno por estrés postraumático.
### La Cita que se Convirtió en Pesadilla
El incidente ocurrió el 3 de mayo de 2023, cuando el joven, que había conocido al acusado a través de una aplicación de citas, llegó a su casa con la intención de mantener relaciones sexuales consensuadas. Sin embargo, lo que comenzó como un encuentro aparentemente normal se transformó en una experiencia aterradora. Según el relato de la víctima, al llegar a la vivienda, el acusado cerró la puerta con llave y bloqueó la salida con muebles, impidiendo que el joven pudiera escapar.
Durante las nueve horas que estuvo retenido, el joven denunció haber sido sometido a amenazas y agresiones sexuales. El acusado, que ya tenía antecedentes por hechos similares, se enfrenta a una posible condena de trece años de prisión por varios delitos, incluyendo detención ilegal y agresión sexual. La Fiscalía ha presentado pruebas que indican que el agresor utilizó la violencia y la intimidación para someter a su víctima, quien fue obligado a realizar actos sexuales en contra de su voluntad.
La situación se complicó aún más cuando, entre las 23:00 y las 00:00 horas, la madre y la hermana del acusado entraron en la vivienda, buscando a su familiar. A pesar de que intentaron acceder a todas las habitaciones, no lograron abrir la puerta donde se encontraba el joven, quien estaba siendo retenido. Este hecho ha sido corroborado por la madre del acusado, quien ha admitido que su hijo sufre de alucinaciones debido a su consumo habitual de drogas.
### La Llamada de Emergencia y las Secuelas
La pesadilla del joven llegó a su fin cuando, en un momento de descuido del agresor, logró llamar al 112 desde un cajero automático. En su declaración, el joven explicó que, al regresar al coche, el acusado se volvió violento, le mordió y le robó el dinero que había retirado. Este acto desesperado fue su única oportunidad para buscar ayuda, y aunque logró escapar, las secuelas de la experiencia lo han marcado profundamente.
Tras ser liberado, el joven fue llevado al Hospital General de Valencia, donde recibió atención médica por las lesiones sufridas. Los médicos activaron los protocolos de agresión sexual y realizaron un peritaje forense. La víctima ha requerido asistencia psicológica y ha sido diagnosticada con un trastorno por estrés postraumático de grado moderado, lo que ha afectado gravemente su vida cotidiana y sus relaciones personales.
El acusado, por su parte, ha intentado justificar sus acciones alegando que la relación fue consensuada y que la víctima estaba bajo la influencia de drogas. Sin embargo, estas afirmaciones han sido desmentidas por el relato del joven, quien ha dejado claro que no se sentía seguro y que su deseo de abandonar la situación fue ignorado por el agresor.
La acusación particular ha solicitado una indemnización de 26,750 euros por los daños morales y físicos sufridos por la víctima, así como una orden de alejamiento de 500 metros durante dos años. Este caso ha puesto de manifiesto la gravedad de la violencia sexual y la necesidad de abordar estos delitos con la seriedad que merecen, así como de brindar apoyo a las víctimas para su recuperación.
El juicio ha quedado visto para sentencia, y la sociedad espera con atención el veredicto que determinará el futuro del acusado y, más importante aún, la justicia para la víctima de este horrendo crimen. La lucha contra la violencia sexual y la protección de los derechos de las víctimas son temas que deben seguir en el centro del debate público, para evitar que situaciones como esta se repitan en el futuro.