Alicante, una de las joyas del Mediterráneo, se está convirtiendo en un destino atractivo para los amantes de la bicicleta. Aunque la cultura del ciclismo no está tan arraigada entre los locales, los turistas, especialmente aquellos provenientes del norte de Europa, están comenzando a descubrir la ciudad sobre dos ruedas. Esta tendencia ha llevado a un aumento en la oferta de alquiler de bicicletas y tours guiados, permitiendo a los visitantes explorar la ciudad de una manera más ecológica y cercana.
### La experiencia de recorrer Alicante en bicicleta
Recorrer Alicante en bicicleta ofrece una perspectiva única de la ciudad. Francisca Peersman, una monitora de origen holandés, destaca que la bicicleta permite disfrutar de los paisajes y la vegetación de la ciudad de una manera más cómoda. «Desde las calles, se pueden apreciar mejor los árboles y las plazas, no solo el centro», comenta. Uno de los puntos más destacados de su recorrido es la vista del castillo de Santa Bárbara desde la calle de la Villavieja, un lugar donde muchos tours hacen una parada para disfrutar del paisaje.
Los tours en bicicleta no solo son una forma de hacer ejercicio, sino que también ofrecen una oportunidad para aprender sobre la historia de Alicante. Cees Kortekaas, un turista holandés, comparte su experiencia tras un tour de casi tres horas. «En 15 minutos puedes llegar a los puntos más interesantes de la ciudad», dice. Además, se siente inspirado al imaginar cómo era el Mercado Central antes del bombardeo o cómo se vivía en Alicante durante la época musulmana. Esta conexión con la historia es uno de los atractivos que muchos turistas encuentran al optar por explorar la ciudad en bicicleta.
Juan Ignacio Santisteban, quien organiza tours a través de su empresa de alquiler de bicicletas, enfatiza que esta actividad promueve el turismo ecológico y sostenible. «Los visitantes de países donde la bicicleta es prioritaria al coche pueden conocer la ciudad de una forma más humana y más lenta», explica. La vía verde que llega a la Albufereta también se menciona como un atractivo adicional, aunque su corta longitud limita el recorrido.
### Desafíos en el camino: Críticas y obstáculos
A pesar de los beneficios de recorrer Alicante en bicicleta, no todo es positivo. Ian Farquharson, responsable de otra empresa de alquiler de bicicletas, señala que muchos de sus clientes se quejan de la falta de conexiones en los carriles bici. Las interrupciones provocadas por las terrazas de restaurantes y la constante invasión de peatones dificultan la experiencia de los ciclistas. «No hay un circuito completo», afirma Farquharson, lo que ha llevado a su empresa a no organizar tours, aunque muchos clientes utilizan sus bicicletas para recorridos cotidianos, especialmente en las zonas costeras.
La comparación con otras ciudades, como Valencia, también se menciona como un factor que perjudica a Alicante en términos de infraestructura para ciclistas. «La comparación con otras ciudades, especialmente con Valencia, perjudica mucho a Alicante en este aspecto», añade Farquharson. Por otro lado, Héctor Arana, quien dirige otra empresa de alquiler, menciona que sus clientes, en su mayoría turistas de países como Holanda, Suiza e Irlanda, alquilan bicicletas para hacer deporte o desplazarse. Sin embargo, también se quejan del poco cuidado que tienen tanto los coches como los peatones hacia los ciclistas.
A pesar de las dificultades, algunos turistas encuentran encanto en la experiencia de recorrer el centro de Alicante en bicicleta. Nita Welten, una turista holandesa que repite la experiencia, reconoce que aunque le cuesta conducir en una ciudad con tantas cuestas, el esfuerzo vale la pena al llegar a la zona del castillo. Su marido, Han Welten, añade que le gustaría tener más tiempo para explorar, ya que las calles estrechas y abarrotadas dificultan el paso de los ciclistas en algunas áreas.
La experiencia de recorrer Alicante en bicicleta se convierte así en un reflejo de la dualidad de la ciudad: un destino hermoso con un rico patrimonio cultural, pero que aún enfrenta desafíos en su infraestructura para ciclistas. A medida que más turistas optan por este medio de transporte, es probable que la demanda de mejoras en las rutas y la seguridad para ciclistas aumente, lo que podría beneficiar tanto a visitantes como a residentes en el futuro.