La comunidad educativa de Alicante se encuentra en pie de guerra ante las altas temperaturas que están afectando el rendimiento y la salud de los estudiantes. Este lunes, alumnos del IES Miguel Hernández se manifestaron con pancartas que reflejan su descontento, exigiendo condiciones dignas para aprender. Frases como «Queremos aulas, no saunas» y «sin ventilación no hay educación» resonaron en el aire, evidenciando la urgencia de una solución a la falta de climatización en los centros educativos.
La situación se ha vuelto crítica, ya que se han reportado casos de mareos y lipotimias entre los estudiantes, lo que ha llevado a los padres a iniciar una recogida de firmas para presentar sus quejas al Síndic de Greuges. La preocupación por la salud de los alumnos ha crecido, especialmente tras el desmayo de una joven en el IES Miguel Hernández, quien tuvo que ser trasladada al hospital. Este incidente ha sido un catalizador para que la comunidad educativa se una en la lucha por un ambiente escolar más seguro y saludable.
### La falta de climatización en los centros educativos
Las altas temperaturas en Alicante han alcanzado niveles alarmantes, con registros cercanos a los 35 grados y una humedad superior al 70%. Estas condiciones han convertido las aulas en espacios insoportables, donde tanto alumnos como profesores sufren las consecuencias. La normativa establece que las aulas deben mantenerse a un máximo de 27 grados, pero esta regulación no se está cumpliendo, lo que ha llevado a una serie de problemas de salud entre el personal docente y los estudiantes.
Los sindicatos de la enseñanza han denunciado que en otros municipios como Orihuela, Torrevieja y Dénia también se han reportado casos de malestar y problemas de salud relacionados con el calor. La Junta de Personal Docente no universitario ha afirmado que hay un creciente malestar entre los profesores, quienes también sufren de sudoración excesiva y mareos. La situación es insostenible y requiere una respuesta inmediata por parte de las autoridades educativas.
En el IES Miguel Hernández, aunque se han instalado ventiladores en las aulas, estos resultan insuficientes para aliviar el calor, especialmente en clases con un alto número de alumnos. En la clase de Informática, por ejemplo, el calor generado por 25 ordenadores encendidos agrava aún más la situación. Algunos profesores han optado por impartir clases al aire libre, buscando la sombra como una alternativa para evitar el bochorno.
### Iniciativas para mejorar las condiciones en las aulas
Ante esta problemática, se han puesto en marcha varias iniciativas para exigir mejoras en la climatización de los centros educativos. Una de las campañas más destacadas es la recogida de firmas en Change.org, que ya ha reunido más de 2,000 apoyos. Los impulsores de esta campaña piden a la Conselleria de Educación que tome medidas inmediatas, como la instalación de aire acondicionado en las aulas y mejoras en el aislamiento térmico de los edificios.
Los padres y estudiantes también han propuesto soluciones temporales, como la provisión de ventiladores mientras se implementan medidas más permanentes. La comunidad educativa está unida en su demanda de un entorno de aprendizaje adecuado, donde los estudiantes puedan concentrarse en sus estudios sin las distracciones y riesgos que conlleva el calor extremo.
La situación actual ha puesto de manifiesto la necesidad de replantear el calendario escolar, adaptándolo a las condiciones climáticas de la región. Directores de colegios han solicitado que se evalúe la posibilidad de ajustar los horarios de clases para evitar las horas más calurosas del día. Esta propuesta ha sido bien recibida por muchos padres y docentes, quienes consideran que es una medida necesaria para garantizar el bienestar de los estudiantes.
La lucha por un ambiente escolar más saludable en Alicante continúa, y la comunidad educativa no se detendrá hasta que se logren cambios significativos. La salud y el bienestar de los estudiantes deben ser una prioridad, y es responsabilidad de las autoridades educativas actuar en consecuencia. La voz de los alumnos, padres y profesores es clara: es hora de que se tomen medidas efectivas para combatir el calor en las aulas y garantizar una educación digna para todos.