La reciente decisión del Instituto Cervantes de cerrar su biblioteca en París ha generado un gran revuelo en el ámbito cultural y político. Este cierre, que se produjo en abril, ha dejado a muchos sorprendidos, especialmente porque la institución tenía la opción de continuar utilizando el edificio hasta 2030. Sin embargo, la mudanza ha sido gestionada con gran discreción, y la biblioteca Octavio Paz, que albergaba una de las colecciones más importantes de literatura en español en la capital francesa, ha dejado de operar en su antigua ubicación en la Avenida Marceau.
### La Historia Detrás del Palacete
El edificio que albergaba la biblioteca Octavio Paz tiene una rica historia que se remonta a finales del siglo XIX. Originalmente adquirido por Marino de Gamboa Ucelay, un filipino de origen vasco, el inmueble se convirtió en un símbolo del exilio del nacionalismo vasco durante la dictadura de Franco. Tras la Guerra Civil Española, el Gobierno vasco, liderado por el lehendakari José Antonio Aguirre, se exilió en este palacete, lo que le otorga un valor histórico significativo.
En 1951, el régimen de Franco logró que las autoridades francesas le otorgaran la propiedad del edificio, amparándose en decisiones tomadas durante la ocupación de Vichy. A pesar de su controvertida historia, el palacete ha mantenido su relevancia en la política y la cultura vasca. La placa que aún se encuentra en la entrada del edificio recuerda que en este lugar se constituyó el Consejo Federal Español del Movimiento Europeo en 1949, un hecho que subraya su importancia en la historia del nacionalismo vasco.
### La Mudanza y sus Implicaciones
La mudanza del Instituto Cervantes a una nueva ubicación en la calle Quentin Bauchard, a solo cinco minutos del antiguo palacete, ha suscitado diversas reacciones. Aunque la nueva sede permitirá a la institución continuar con sus actividades culturales y educativas, la decisión de abandonar un edificio tan emblemático ha sido criticada por algunos sectores. La biblioteca Octavio Paz, que contaba con hasta 50,000 volúmenes, era un punto de referencia para la comunidad hispanohablante en París.
El Instituto Cervantes ha optado por mantener un perfil bajo durante este proceso, limitando la información disponible en su página web. Actualmente, solo se menciona que los servicios están limitados por motivos técnicos, sin ofrecer detalles sobre el futuro de la biblioteca o el porqué de la mudanza. Esta falta de comunicación ha llevado a especulaciones sobre las razones detrás de la decisión, que van desde cuestiones económicas hasta políticas.
El acuerdo inicial entre el Gobierno español y el PNV contemplaba la posibilidad de que el Cervantes siguiera utilizando el edificio hasta 2030, a cambio de un alquiler a precio de mercado. Sin embargo, la decisión de abandonar el palacete parece indicar que las negociaciones no llegaron a buen puerto. La entrega del inmueble al PNV ha sido objeto de críticas por parte de partidos de la oposición, que consideran que se trata de un “regalo” del Gobierno a sus socios políticos, valorado en más de 20 millones de euros.
A medida que el Instituto Cervantes se adapta a su nueva sede, el futuro del antiguo palacete sigue siendo incierto. El PNV no ha aclarado qué planes tiene para el edificio, lo que añade un aire de misterio a su destino. La historia del palacete y su conexión con el nacionalismo vasco lo convierten en un lugar de gran interés, y muchos se preguntan si se convertirá en un centro cultural o si será utilizado para otros fines.
La mudanza del Instituto Cervantes también plantea preguntas sobre el papel de las instituciones culturales en el extranjero y su relación con la política. La decisión de cerrar la biblioteca en un momento en que la cultura y la educación son más importantes que nunca ha generado un debate sobre la necesidad de mantener espacios que fomenten el conocimiento y la lengua española en el extranjero. La comunidad hispanohablante en París, que se benefició de los servicios de la biblioteca, ahora se enfrenta a la incertidumbre sobre el futuro de su acceso a la cultura española.
En resumen, el cierre de la biblioteca Octavio Paz y la mudanza del Instituto Cervantes a una nueva ubicación en París marcan un cambio significativo en la presencia cultural española en la capital francesa. A medida que se desarrollan los acontecimientos, será interesante observar cómo se resuelven las tensiones políticas y culturales en torno a este emblemático edificio y su legado.