El cambio climático es una de las mayores amenazas que enfrentan los ecosistemas marinos, y un reciente estudio ha puesto de manifiesto cómo incluso los corales más resistentes están sufriendo las consecuencias del aumento de la temperatura del agua. Este análisis, que involucra a investigadores del Instituto de Acuicultura Torre de la Sal (IATS) en Castellón, revela que la especie de coral Siderastrea siderea, conocida por su capacidad de soportar condiciones adversas, está viendo comprometida su supervivencia debido a las olas de calor recurrentes.
### La Resiliencia de los Corales en Peligro
Los corales son organismos marinos fundamentales para la salud de los océanos, ya que forman arrecifes que sirven de hábitat para una gran diversidad de especies. Sin embargo, el estudio, publicado en la revista ‘Scientific Reports’, indica que la capacidad de crecimiento de Siderastrea siderea ha disminuido drásticamente en las últimas décadas. A través de un análisis que abarca más de un siglo, los investigadores han observado que la densidad de los esqueletos de estos corales ha caído un 10,5% entre 2010 y 2020, lo que sugiere que han superado su «límite térmico» para un crecimiento adecuado.
Desde los años 70, el seguimiento de los arrecifes ha mostrado que el aumento de residuos y la dependencia de combustibles fósiles han dañado los ecosistemas costeros. Gabriel O. Cardoso, investigador principal del estudio, explica que las presiones acumuladas han favorecido a corales más lentos pero resistentes, como Siderastrea siderea, que ha ganado protagonismo tras la desaparición de especies clave como Acropora palmata. Sin embargo, incluso estos corales resistentes están viendo reducidas sus tasas de crecimiento debido a la actividad humana y el cambio climático.
### Un Análisis Profundo de la Evolución de los Corales
El estudio se centra en el crecimiento de 12 corales en varias zonas de Martinica entre 1912 y 2020. Los investigadores encontraron que los signos de daño comenzaron a aparecer en los años 50, coincidiendo con el aumento de la población humana y la actividad industrial. Aunque en ese momento las temperaturas del mar eran estables y favorecían el crecimiento, desde los años 80, las olas de calor marinas y la acidificación del océano han llevado a un deterioro constante de los corales.
La investigación ha revelado que, a pesar de su resistencia, Siderastrea siderea tiene una capacidad limitada para adaptarse a las presiones ambientales. La especie fue clasificada como en peligro crítico por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza en 2024, lo que subraya la urgencia de abordar el problema. Diego Kersting, coautor del estudio, destaca que los resultados indican que la combinación de factores como el cambio climático y la contaminación está afectando gravemente a los corales, incluso a aquellos que se consideraban más robustos.
Además, el grupo de investigación del IATS ha detectado impactos similares en Cladocora caespitosa, una especie de coral endémica del Mediterráneo, en las Islas Columbretes, lo que resalta la necesidad de una acción inmediata para proteger estos ecosistemas vitales. La investigación sugiere que es fundamental implementar medidas locales para proteger los arrecifes, así como acciones globales para frenar el cambio climático.
La situación actual de los corales es un claro recordatorio de que la salud de nuestros océanos está intrínsecamente ligada a nuestras acciones. La protección de los arrecifes no solo es crucial para la biodiversidad marina, sino que también tiene implicaciones significativas para las comunidades humanas que dependen de estos ecosistemas para su sustento y bienestar. La investigación continúa siendo vital para entender cómo podemos mitigar los efectos del cambio climático y proteger a los corales y otros organismos marinos de la amenaza inminente que enfrentan.