El túnel de Sant Joan, ubicado en la A-70 que circunvala Alicante, se ha convertido en un punto caliente para las infracciones de tráfico en 2025. Con casi 150 multas diarias en promedio durante los primeros siete meses del año, los dos radares que operan en este tramo han impuesto más de 30,000 sanciones, generando ingresos significativos para las arcas públicas. Este fenómeno ha suscitado un debate sobre la eficacia de los radares y su papel en la seguridad vial.
### Un Sistema de Control Eficiente
Los radares en el túnel de Sant Joan han sido objeto de atención debido a su diseño operativo. Aunque existen cuatro cabinas, solo dos dispositivos de control de velocidad están activos al mismo tiempo, rotando cada pocos meses. Esta estrategia, que se implementó en septiembre de 2024, ha permitido que los radares se ubiquen en las salidas del túnel, lo que ha resultado en un aumento notable en las infracciones detectadas. En particular, el radar en dirección a Alicante ha registrado más de 20,000 multas en solo siete meses, lo que equivale a una media de 97 sanciones diarias.
La velocidad máxima permitida en este tramo es de 80 km/h, un cambio drástico respecto a los 120 km/h permitidos en otras partes de la A-70. Esta reducción de velocidad busca mejorar la seguridad vial, especialmente en un área que experimenta un alto volumen de tráfico, especialmente durante las horas pico. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha enfatizado que el objetivo de estos radares no es meramente recaudatorio, sino que busca disuadir a los conductores de exceder los límites de velocidad y, por ende, reducir el riesgo de accidentes.
### Multas y Consecuencias
Las sanciones impuestas por los radares del túnel de Sant Joan han generado un ingreso significativo, estimándose que han recaudado al menos 1.5 millones de euros entre enero y julio de 2025. La multa más común es de 100 euros por exceder la velocidad permitida en un rango de 81 a 110 km/h, aunque con la bonificación por pronto pago, esta cifra se reduce a 50 euros. Sin embargo, las infracciones más graves pueden resultar en sanciones de hasta 600 euros, además de la pérdida de puntos en el carnet de conducir.
La implementación de un sistema de rotación de los cinemómetros ha sido defendida por las autoridades como una forma de maximizar la eficacia del control de velocidad. Este método permite que los radares se utilicen en diferentes ubicaciones, lo que aumenta la probabilidad de que los conductores respeten los límites de velocidad en todo el tramo. Según Juan Antonio Nieves, subdelegado del Gobierno en Alicante, este enfoque no solo mejora la seguridad vial, sino que también contribuye a la reducción de emisiones contaminantes, un aspecto cada vez más relevante en la agenda pública.
Los datos de la DGT revelan que dos de los radares menos respetados en España se encuentran en la A-70, lo que subraya la necesidad de un enfoque más riguroso en la vigilancia del tráfico. En 2024, el radar en el punto kilométrico 27.4, cerca del Parque Empresarial de Elche, registró 15,432 multas, mientras que el radar en la entrada del túnel en dirección a València acumuló 14,170 infracciones en solo siete meses de 2025. Estas cifras indican que, a pesar de los esfuerzos por mejorar la seguridad, muchos conductores continúan ignorando las señales y límites establecidos.
La rotación de los radares ha sido un tema de debate, ya que algunos conductores pueden no estar al tanto de su ubicación cambiante, lo que podría contribuir a un aumento en las infracciones. Sin embargo, las autoridades argumentan que este sistema es necesario para mantener un control efectivo sobre la velocidad en un área que, por su diseño, puede ser propensa a accidentes.
El compromiso del Gobierno con la seguridad vial se refleja en estas medidas, que buscan no solo sancionar a los infractores, sino también educar a los conductores sobre la importancia de respetar los límites de velocidad. La instalación de radares en puntos estratégicos como el túnel de Sant Joan es parte de un esfuerzo más amplio para mejorar la seguridad en las carreteras de la provincia de Alicante y reducir el número de accidentes de tráfico.
En resumen, el túnel de Sant Joan se ha convertido en un microcosmos de los desafíos que enfrenta la seguridad vial en España. Con un sistema de radares que ha demostrado ser efectivo en la detección de infracciones, las autoridades continúan trabajando para equilibrar la recaudación de multas con la necesidad de educar y concienciar a los conductores sobre la importancia de la seguridad en las carreteras.
