El 28 de agosto de 2015, València fue escenario de un trágico suceso que dejó una profunda huella en la comunidad local, especialmente en la comunidad china. A las 14:30 horas, un hombre de 60 años irrumpió en un bazar asiático del barrio de San Marcelino, pidiendo ayuda desesperadamente. Venía de su hogar, donde había encontrado a su esposa y a su nieta muertas, ambas con signos evidentes de violencia. La noticia del doble homicidio se propagó rápidamente, generando conmoción y tristeza entre los residentes de la ciudad.
La historia detrás de este crimen es desgarradora. Las víctimas, una mujer de 62 años y su nieta de 10, fueron asesinadas a cuchilladas por la hija de la mujer, quien, tras sufrir un brote psicótico, atacó a sus familiares. Este acto de violencia no solo dejó a una familia destrozada, sino que también impactó a toda una comunidad que había encontrado en València un nuevo hogar.
### La Secuencia de los Hechos
El día del crimen, el abuelo, al regresar a su hogar, se encontró con una escena dantesca. La angustia y el horror lo llevaron a buscar ayuda en un bazar cercano, donde, con escaso dominio del español, logró comunicar la tragedia que había presenciado. A las 14:36 horas, se dio la alerta a los servicios de emergencia, pero al llegar, los sanitarios solo pudieron confirmar el fallecimiento de las dos víctimas.
La policía, al recibir la llamada, se movilizó rápidamente. Acordonaron el edificio y comenzaron a investigar el lugar del crimen. La situación se complicó cuando se supo que la autora del homicidio, Shufang Z., había huido en un taxi hacia Castellón. La búsqueda de la sospechosa se intensificó y, finalmente, fue detenida horas después en un domicilio familiar.
La reconstrucción de los hechos reveló que Shufang Z. había atacado a su madre y a su sobrina en un periodo de tiempo muy corto, utilizando un cuchillo de grandes dimensiones. La violencia del ataque fue extrema; la madre recibió 28 puñaladas, mientras que la niña fue apuñalada 21 veces. La brutalidad del crimen dejó a la comunidad en estado de shock, y la noticia se convirtió en un tema de conversación en toda la ciudad.
### El Perfil de la Agresora
Shufang Z., en el momento de los hechos, tenía 33 años y un historial médico que incluía un diagnóstico de esquizofrenia severa. Este trastorno mental había llevado a la mujer a ser ingresada en varias ocasiones en instituciones psiquiátricas. A pesar de no tener antecedentes penales, su condición la hacía susceptible a episodios violentos. En el juicio posterior, se determinó que no estaba en condiciones de comprender la naturaleza de sus actos, lo que llevó a la Fiscalía a solicitar su internamiento en un centro psiquiátrico en lugar de una condena penal convencional.
Durante el juicio, tanto la defensa como la acusación coincidieron en que la enfermedad mental de Shufang Z. era un factor determinante en su comportamiento. Los forenses que la evaluaron concluyeron que no podía entender el motivo por el cual iba a ser juzgada, lo que llevó a la decisión de internarla en un centro psiquiátrico por un máximo de 25 años. Esta decisión generó un debate en la sociedad sobre la responsabilidad penal de las personas con enfermedades mentales y la necesidad de un enfoque más humano en el tratamiento de estos casos.
El caso del doble homicidio en València no solo dejó una herida abierta en la comunidad china, que se sintió vulnerable y expuesta tras el suceso, sino que también planteó importantes preguntas sobre la salud mental y la violencia familiar. A medida que se acerca el décimo aniversario de este trágico evento, la memoria de las víctimas sigue viva en la mente de quienes conocieron a la familia y en la comunidad que se unió para apoyar a los afectados. La historia de Shufang Z. y su familia es un recordatorio de que detrás de cada crimen hay historias complejas que merecen ser entendidas y abordadas con sensibilidad.