En el corazón de Vistahermosa, uno de los barrios más exclusivos de Alicante, se encuentra la residencia Stella Maris, un edificio que alguna vez fue un símbolo de esperanza y comunidad, ahora sumido en el abandono y la desolación. Desde su cierre hace aproximadamente cinco años, este lugar ha pasado de ser un refugio para familias y jóvenes a un espacio desolado, donde el vandalismo y la degradación han tomado el control. La historia de Stella Maris es un recordatorio de cómo el tiempo y la falta de atención pueden transformar un lugar de vida en un mero recuerdo.
### Historia de Stella Maris: Un Refugio de Solidaridad
La residencia Stella Maris fue inaugurada en los años setenta por la congregación de las Misioneras de Jesús, María y José. Este espacio se convirtió rápidamente en un lugar de encuentro para muchas familias, ofreciendo servicios de guardería y atención médica las 24 horas. Durante décadas, fue un punto de referencia en la comunidad, donde se organizaban actividades para niños y se ofrecía un entorno seguro para aquellos que necesitaban apoyo. La residencia no solo proporcionaba un lugar para que las madres trabajadoras dejaran a sus hijos, sino que también se convirtió en un centro de ejercicios espirituales y convivencias para diversas instituciones educativas de la ciudad.
Con el paso del tiempo, Stella Maris se adaptó a las necesidades de la comunidad, convirtiéndose en un destino vacacional para familias de escasos recursos. Contaba con instalaciones que incluían una piscina, amplios jardines y una capilla, lo que la hacía un lugar ideal para el esparcimiento y la reflexión. Sin embargo, a medida que la ciudad de Alicante creció y se desarrolló, la residencia comenzó a perder su relevancia. La congregación decidió vender el edificio, lo que marcó el inicio de su declive.
### El Abandono y sus Consecuencias
Desde que la residencia fue vendida a un particular, su estado ha empeorado drásticamente. Las instalaciones, que alguna vez fueron un refugio de luz y vida, ahora son un esqueleto desolado. Los techos han colapsado, las ventanas están vacías y el jardín está lleno de escombros y objetos abandonados. La comunidad local ha expresado su preocupación por el deterioro del edificio y su impacto en el entorno. La falta de mantenimiento ha convertido a Stella Maris en un punto de atracción para el vandalismo y la delincuencia, lo que ha llevado a los vecinos a quejarse de la situación.
Los residentes de Vistahermosa han señalado que el abandono de Stella Maris ha contribuido a la degradación de la zona. La falta de alumbrado público, alcantarillado y calles asfaltadas ha hecho que el área sea menos segura y atractiva. Una vecina expresó su frustración, afirmando que «esto se ha convertido en un peligro y en una amenaza para nuestra salud». La situación ha llevado a quejas formales al Ayuntamiento, pero muchos sienten que sus preocupaciones han caído en oídos sordos.
A pesar de que el edificio está en ruinas, hay quienes aún mantienen un vínculo emocional con Stella Maris. En redes sociales, antiguos visitantes comparten recuerdos nostálgicos de su tiempo en la residencia, lamentando su estado actual. Comentarios como «se me parte el alma cuando lo veo en un estado tan triste» reflejan la conexión que muchas personas aún sienten con este lugar. Sin embargo, la realidad es que el edificio ha sido víctima de la descomposición urbana, y su futuro sigue siendo incierto.
### La Esperanza de un Nuevo Comienzo
A pesar de la desolación que rodea a Stella Maris, hay un rayo de esperanza. Algunos vecinos han comenzado a abogar por la rehabilitación del edificio, sugiriendo que podría ser transformado en un centro comunitario o un espacio cultural. La idea es revitalizar el área y devolverle a la comunidad un lugar que una vez fue un símbolo de unidad y apoyo. Sin embargo, para que esto suceda, será necesario un compromiso tanto del propietario actual como de las autoridades locales.
La historia de Stella Maris es un reflejo de los desafíos que enfrentan muchas comunidades en el contexto de la urbanización y el abandono. A medida que las ciudades crecen y evolucionan, es crucial recordar la importancia de preservar espacios que han sido fundamentales para la cohesión social. La transformación de Stella Maris de un lugar de vida a un símbolo de abandono es un llamado a la acción para todos aquellos que valoran la historia y la comunidad.
En resumen, el futuro de Stella Maris está en manos de quienes aún creen en su potencial. La comunidad de Vistahermosa tiene la oportunidad de unirse y luchar por la revitalización de este espacio, asegurando que no se convierta en un mero recuerdo de lo que una vez fue. La historia de Stella Maris es un testimonio de la importancia de cuidar y preservar los lugares que dan vida a nuestras comunidades.