En el contexto político actual de la Comunidad Valenciana, el Partido Socialista del País Valenciano (PSPV) ha implementado un sistema de control de asistencia a sus actos que ha generado un amplio debate. Esta medida, que algunos consideran necesaria para fortalecer la militancia, ha sido criticada por otros como un indicativo de un partido que teme la desafección de sus bases. Este artículo explora las implicaciones de esta estrategia y su impacto en la percepción del partido entre sus militantes y el electorado en general.
La reciente convocatoria de un acto público por parte de la dirección del PSPV, encabezada por Diana Morant, ha puesto de manifiesto la preocupación del partido por la asistencia de sus militantes. En un intento por asegurar una buena presencia en el evento, se ha solicitado a los miembros que confirmen su asistencia a través de un enlace. Este enfoque, que podría parecer una simple logística, revela un trasfondo más complejo: el temor a que los militantes opten por no asistir a los actos del partido.
### La Cultura del Control en el PSPV
La implementación de este control de asistencia ha sido interpretada por muchos como un signo de desconfianza hacia la militancia. La dirección del PSPV, al exigir confirmaciones por escrito, parece estar más interesada en contabilizar a sus miembros que en fomentar un ambiente de participación activa y entusiasta. Este tipo de control, que recuerda a prácticas de organizaciones políticas más autoritarias, plantea preguntas sobre la salud democrática interna del partido.
La vigilancia de la asistencia no solo se limita a contabilizar a los presentes, sino que también puede tener consecuencias implícitas para aquellos que no asisten. Aunque la dirección no ha especificado castigos, la mera existencia de este control sugiere que la inasistencia podría ser vista como un signo de desafección. Esto podría llevar a una cultura de miedo entre los militantes, quienes podrían sentirse presionados a asistir a eventos, no por su interés genuino, sino por temor a ser etiquetados como desleales.
Además, la situación se complica aún más al considerar el contexto político en el que se encuentra el PSPV. Tras un año de resultados electorales decepcionantes, el partido busca desesperadamente recuperar la confianza de sus bases y del electorado. Sin embargo, en lugar de inspirar a sus militantes, la estrategia de control podría estar teniendo el efecto contrario, alejando a aquellos que se sienten coaccionados a participar en lugar de motivados por un sentido de pertenencia y compromiso.
### La Respuesta de la Militancia y el Futuro del PSPV
La respuesta de la militancia ante estas medidas ha sido variada. Algunos miembros han expresado su preocupación por la falta de confianza que implica este control, mientras que otros han defendido la necesidad de una mayor organización y disciplina dentro del partido. Sin embargo, la percepción general es que el PSPV está más preocupado por mantener un control sobre sus miembros que por construir un movimiento político inclusivo y participativo.
El temor a la desafección se ha intensificado en un momento en que el partido enfrenta desafíos significativos, como la reciente designación de Juanfran Pérez Llorca como candidato del Partido Popular a la presidencia de la Generalitat. Esta situación ha llevado a muchos a cuestionar si el PSPV está realmente preparado para competir en un entorno político cada vez más competitivo y polarizado.
Las encuestas indican que el partido no ha logrado capitalizar el descontento hacia el PP, lo que plantea la necesidad de una reflexión interna sobre su estrategia y su relación con la militancia. En lugar de enfocarse en el control, el PSPV podría beneficiarse de un enfoque más abierto y colaborativo que fomente la participación activa de sus miembros y les permita sentirse parte de un proyecto común.
En este sentido, el liderazgo del PSPV tiene la oportunidad de redefinir su relación con la militancia. En lugar de imponer un control que podría resultar contraproducente, el partido podría optar por estrategias que promuevan la inclusión y la participación, como la organización de debates abiertos, talleres y espacios de diálogo donde los militantes puedan expresar sus preocupaciones y propuestas.
La construcción de un partido más democrático y participativo no solo beneficiaría a la militancia, sino que también podría tener un impacto positivo en la percepción del PSPV entre el electorado. Un partido que escucha y valora la voz de sus miembros es más probable que genere confianza y apoyo en la ciudadanía.
En resumen, el control de asistencia implementado por el PSPV refleja una preocupación por la desafección de la militancia, pero también plantea serias preguntas sobre la salud democrática del partido. En un momento en que el PSPV necesita recuperar la confianza de sus bases y del electorado, es crucial que el liderazgo del partido reconsidere su enfoque y busque construir un ambiente más inclusivo y participativo. Solo así podrá enfrentar los desafíos políticos que se avecinan y recuperar su relevancia en la Comunidad Valenciana.
