La desaparición de Irene Rodríguez, una niña de seis años, ha conmocionado a la sociedad española y ha puesto en evidencia un complejo entramado de sustracción parental y redes de apoyo que operan en la clandestinidad. Desde que su madre, María López, se la llevó sin autorización en mayo de 2023, las autoridades han estado tras su pista, revelando una historia que involucra a varias mujeres que se autodenominan «Madres Protectoras».
### La Huida de María López
María López se encuentra en el centro de una investigación que ha llevado a la Policía Nacional a emitir una orden de busca y captura. La madre de Irene había perdido la custodia provisional de su hija a favor de su ex pareja, Ángel Rodríguez, quien había presentado pruebas de que María no estaba cumpliendo con las necesidades básicas de la niña. Según informes, la madre se negaba a vacunar a Irene, prohibía que comiera carne y pescado, y no la llevaba al pediatra, creyendo que la medicina alternativa era más beneficiosa.
La última vez que se vio a María e Irene fue en un ferry en Barcelona, y desde entonces, se ha perdido todo rastro de ellas. Las investigaciones apuntan a que podrían estar escondidas en Suiza, donde María habría recibido apoyo de una red de mujeres que han enfrentado situaciones similares. Este grupo, conocido como «Madres Protectoras», se ha convertido en un punto de referencia para madres que buscan evadir la justicia por diversas razones, muchas de ellas relacionadas con la custodia de sus hijos.
### La Red de Madres Protectoras
El informe policial sugiere que María López no está sola en su huida. Se ha identificado a Verónica Saldaña, otra madre que también se encuentra en la misma situación, como una figura clave en esta red. Saldaña, que ha sido acusada de sustracción parental internacional, se encuentra en Suiza con sus propios hijos. Su caso es emblemático, ya que logró que un tribunal suizo le permitiera quedarse en el país, argumentando que su regreso a España podría poner en riesgo el bienestar de los menores debido a las posibles penas de prisión que enfrentaría.
La conexión entre María y Verónica es clara: Saldaña ha estado proporcionando apoyo económico y logístico a María, lo que ha permitido que esta última continúe su vida oculta con Irene. La Policía Nacional ha señalado que la red de «Madres Protectoras» podría estar operando a través de plataformas como Telegram, donde se comparten recursos y consejos sobre cómo evadir a las autoridades.
Además de Verónica, se ha mencionado a otras mujeres, como María Antonia Alonso Siguero, quien también ha sido denunciada por sustracción de menores. Este patrón de comportamiento sugiere que hay un grupo más amplio de mujeres que se apoyan mutuamente en sus esfuerzos por mantener a sus hijos lejos de sus padres o de las autoridades, a menudo justificando sus acciones como una forma de proteger a los menores de situaciones que consideran perjudiciales.
### La Lucha de Ángel Rodríguez
Mientras tanto, Ángel Rodríguez, el padre de Irene, ha estado luchando incansablemente por recuperar a su hija. Su testimonio revela la angustia y la desesperación que siente al no saber el paradero de Irene. Rodríguez ha denunciado que su hija ha sufrido daños que podrían ser irreversibles debido a la falta de atención médica y nutricional adecuada. En sus declaraciones, ha pedido a las autoridades que se coordinen para resolver el caso y ha expresado su frustración ante la aparente falta de acción efectiva para localizar a su hija.
El informe de la Policía Nacional ha arrojado luz sobre la complejidad del caso, revelando que hay pruebas y testimonios que podrían ayudar a desmantelar esta red de apoyo a las madres que han decidido huir con sus hijos. Sin embargo, la situación es delicada, ya que las autoridades suizas han mostrado reticencia a intervenir en casos que involucran la custodia de menores, especialmente cuando se argumenta que el bienestar del niño podría estar en riesgo si se les devuelve a España.
La historia de Irene y su madre es un recordatorio de los desafíos que enfrentan muchas familias en situaciones de conflicto. La lucha por la custodia y el bienestar de los menores a menudo se convierte en un campo de batalla legal y emocional, donde las decisiones de los padres pueden tener consecuencias duraderas. La existencia de redes como «Madres Protectoras» pone de manifiesto la necesidad de abordar estas cuestiones de manera más integral, considerando no solo los derechos de los padres, sino también el bienestar de los niños involucrados.