La isla de Tabarca, un destino turístico popular en la costa de Alicante, ha sido escenario de un reciente proyecto que ha generado tanto expectativas como controversias. Desde finales de junio, los toldos instalados en la calle principal de la isla ofrecieron sombra a los visitantes, pero su permanencia ha sido efímera. A partir del 25 de julio, la empresa encargada ha comenzado la retirada de estas estructuras, cumpliendo con las exigencias del Departamento de Patrimonio Integral del Ayuntamiento, que considera que el área es un Bien de Interés Cultural (BIC).
La historia de estos toldos comienza con la adjudicación del contrato el 16 de abril de 2025, por un monto de 165.649 euros. A pesar de que el proyecto contemplaba su uso desde el 19 de marzo hasta el 1 de noviembre, el informe del Departamento de Patrimonio, fechado un mes antes de la adjudicación, ya advertía sobre las limitaciones temporales. Este informe indicaba que, al ser una intervención en un BIC, los toldos solo podían ser utilizados durante festividades específicas, como las de San Pedro y San Pablo y la Virgen del Carmen, lo que limitaba su uso a un máximo de 18 días al año.
### La Instalación y sus Limitaciones
El proyecto original preveía la instalación de toldos en dos tramos del Carrer d’Enmig, cubriendo aproximadamente 500 metros cuadrados. Las estructuras, diseñadas para ser desmontables, fueron instaladas a finales de junio, justo a tiempo para las festividades. Sin embargo, la realidad fue que, a pesar de la inversión y el esfuerzo, el uso real de los toldos se vio drásticamente reducido. La modificación del contrato, formalizada el 12 de junio, ajustó el calendario de uso a las fechas permitidas, lo que llevó a una reducción significativa en el tiempo de uso de las estructuras.
El Servicio de Turismo del Ayuntamiento emitió un nuevo informe que reconocía que el uso real se limitaría a solo 18 días, en lugar de los 228 días inicialmente previstos. A pesar de esta reducción, se consideró que no constituía una modificación sustancial del contrato, y el contratista aceptó los nuevos términos. Así, los toldos fueron instalados y, tras un mes de uso, comenzaron a ser desmontados el 25 de julio.
### Futuro de los Toldos y Posibles Nuevas Ubicaciones
Con la retirada de los toldos, surge la pregunta sobre su futuro. La portavoz del equipo de gobierno del PP, Cristina Cutanda, ha mencionado que, tras la finalización del contrato, el Ayuntamiento de Alicante se convertirá en propietario de estas estructuras. Esto abre la posibilidad de que los toldos sean reutilizados en otras áreas de la ciudad donde se identifique la necesidad de sombra. Sin embargo, no se han concretado posibles nuevas ubicaciones ni se ha definido un plan claro para su reubicación.
Cutanda indicó que, aunque los toldos serán almacenados en la península hasta el próximo año, existe la posibilidad de que, a partir de 2027, se instalen en diferentes puntos de Alicante. Esta flexibilidad podría ser beneficiosa para la ciudad, especialmente en áreas que carecen de sombra adecuada durante los meses más calurosos del año.
La situación ha generado un debate sobre la gestión de proyectos en espacios protegidos y la necesidad de una planificación más efectiva que contemple las limitaciones impuestas por la normativa de patrimonio. La comunidad local y los visitantes han expresado su descontento por la corta duración del proyecto, que no cumplió con las expectativas iniciales de proporcionar sombra durante un periodo más extenso.
A medida que se avanza en la retirada de los toldos, la atención se centra en cómo el Ayuntamiento manejará la situación en el futuro. La reutilización de estas estructuras podría ser una solución viable, pero dependerá de la identificación de espacios adecuados y de la voluntad política para implementar cambios.
En resumen, el proyecto de los toldos en Tabarca ha sido un ejemplo de cómo la normativa de patrimonio puede influir en la planificación urbana y en la experiencia de los visitantes. A pesar de la inversión y el esfuerzo, la realidad ha demostrado que es fundamental considerar las limitaciones legales y culturales al implementar proyectos en áreas de valor histórico. La comunidad espera que, en el futuro, se tomen decisiones más informadas que beneficien tanto a los residentes como a los turistas que visitan esta hermosa isla.