La situación en la Franja de Gaza se ha vuelto crítica, con decenas de camiones de ayuda humanitaria varados en el paso de Rafah. Desde el inicio del asedio el 2 de marzo, más de un centenar de organizaciones internacionales han denunciado que Israel no ha permitido la entrada de suministros esenciales. Esta situación ha generado un clamor internacional, ya que las organizaciones como Caritas, Médicos del Mundo, Oxfam y Médicos Sin Fronteras (MSF) han alertado sobre la gravedad de la crisis humanitaria que enfrenta la población palestina.
Las organizaciones humanitarias han expresado su frustración ante los anuncios del Gobierno israelí, que asegura no imponer límites a la ayuda que entra en Gaza. Sin embargo, la realidad es muy diferente. Las autoridades israelíes han rechazado numerosas solicitudes de estas organizaciones, alegando que no cumplen con los requisitos de seguridad necesarios. Este argumento ha sido utilizado para vetar a muchas oenegés que han estado operando en la región durante décadas, dejando a hospitales y comunidades vulnerables sin los suministros básicos que necesitan para sobrevivir.
### Restricciones y Nuevos Criterios de Entrada
Las restricciones impuestas por Israel han sido calificadas como «vagas y politizadas». Entre los nuevos requisitos, se exige a las organizaciones humanitarias que presenten información detallada sobre sus donantes y listas completas del personal palestino, lo que pone en riesgo la seguridad de estos trabajadores. Las oenegés han señalado que compartir esta información es ilegal y contrario a los principios humanitarios, especialmente considerando que el 98% de los trabajadores humanitarios asesinados en el mundo son palestinos.
La presión sobre estas organizaciones es tal que algunas se han visto obligadas a considerar la suspensión de sus operaciones en Gaza y Cisjordania. En algunos casos, se ha dado un ultimátum de siete días para cumplir con estos nuevos requisitos, lo que podría resultar en la retirada de personal internacional y la paralización de la ayuda humanitaria.
La situación es alarmante, ya que millones de dólares en alimentos, medicinas y otros suministros vitales permanecen retenidos en almacenes en Jordania y Egipto. Organizaciones como Anera han informado que tienen más de 7 millones de dólares en suministros bloqueados, incluyendo arroz suficiente para seis millones de comidas. Oxfam y CARE también han reportado cantidades significativas de bienes que no han podido ingresar a Gaza, lo que agrava aún más la crisis alimentaria y de salud en la región.
### La Estrategia de Ayuda Militarizada
Las organizaciones humanitarias han denunciado que las restricciones impuestas por Israel forman parte de una estrategia más amplia que incluye el programa GHF, un mecanismo de distribución militarizado que se presenta como una solución humanitaria. Sin embargo, este enfoque ha resultado en la muerte de al menos 859 personas durante los repartos de ayuda, lo que ha llevado a las oenegés a exigir un cambio inmediato en la política de ayuda.
La situación en Gaza es desesperante. Los hospitales carecen de suministros básicos, y la población, incluidos niños, ancianos y personas con discapacidad, enfrenta la amenaza de morir de hambre y enfermedades prevenibles. La comunidad internacional ha sido instada a presionar a Israel para que ponga fin al uso de la ayuda humanitaria como un arma y que levante las obstrucciones burocráticas que impiden la entrega de asistencia vital.
Las organizaciones han solicitado la apertura inmediata e incondicional de todos los cruces fronterizos para permitir la entrada de ayuda humanitaria. La situación actual no solo es una crisis humanitaria, sino también un desafío moral para la comunidad internacional, que debe actuar para garantizar que la ayuda llegue a quienes más la necesitan en Gaza. La falta de acción podría tener consecuencias devastadoras para la población palestina, que ya se encuentra en una situación crítica.