La situación de las autoescuelas en la provincia de Alicante se ha vuelto crítica, con un aumento significativo en las quejas por parte de alumnos y profesionales del sector. Desde hace meses, muchos vehículos de autoescuelas lucen rótulos que exigen más exámenes y un mayor número de examinadores. Esta medida busca visibilizar el déficit de personal que ha llevado a un colapso en la programación de exámenes de conducir, afectando tanto a los estudiantes como a las propias autoescuelas.
### Un Verano de Colapso: La Realidad de los Aspirantes a Conductores
Con la llegada del verano, que tradicionalmente es la época en que más jóvenes se preparan para obtener su carnet de conducir, la situación se ha vuelto insostenible. Actualmente, hay alrededor de 14,900 aspirantes que han aprobado la prueba teórica y están a la espera de realizar la prueba práctica. Sin embargo, deben enfrentar tiempos de espera que pueden llegar hasta dos meses. Esta situación se agrava por la insuficiencia de examinadores, ya que solo hay 31 disponibles en toda la provincia, y varios de ellos están de baja o próximos a jubilarse.
Vidal Ocaña, presidente de la Asociación de Autoescuelas de Elche, ha expresado su preocupación, señalando que este año es uno de los más complicados que han enfrentado, incluso más que durante la pandemia de COVID-19. La implementación del sistema de asignación de cupos (CAPA) por parte de la Dirección General de Tráfico ha limitado el número de alumnos que pueden presentarse a examen, lo que ha contribuido a la acumulación de solicitudes.
La falta de examinadores se ha convertido en un tema de protesta. Las autoescuelas han convocado una manifestación para el 6 de junio, donde se espera que cientos de profesionales se unan para exigir soluciones al Ministerio del Interior. La situación es tan crítica que algunas autoescuelas han comenzado a reducir sus jornadas laborales y a prescindir de profesores, ya que la incertidumbre sobre cuándo podrán examinar a sus alumnos les ha llevado a aconsejarles que esperen hasta septiembre para comenzar las prácticas.
### Diálogo y Propuestas para Solucionar la Crisis
Ante esta crisis, las autoescuelas han intentado establecer un diálogo con la Jefatura Provincial de Tráfico para encontrar soluciones a corto y largo plazo. En una reciente reunión, se discutió la posibilidad de incorporar examinadores interinos para cubrir el déficit actual y se planteó la necesidad de aumentar el número de plazas disponibles en futuras convocatorias. Sin embargo, las expectativas son bajas, ya que se estima que de los 100 nuevos puestos que se espera cubrir a nivel nacional, solo uno podría asignarse a la provincia de Alicante.
La situación ha llevado a un aumento en la tensión dentro de las autoescuelas. Rocío Jiménez, secretaria de la autoescuela Urban de Alicante, ha comentado que son los profesionales del sector quienes enfrentan la frustración de los alumnos, quienes a menudo creen que las autoescuelas son responsables de los retrasos. La realidad es que muchos aspirantes han llegado a llamar a diez autoescuelas diferentes en busca de un lugar para realizar su examen, pero las propias instituciones están priorizando a sus alumnos actuales.
Los estudiantes también están sintiendo el impacto de esta crisis. Aarón Sánchez, un alumno que aprobó la prueba de circuito cerrado, ha tenido que esperar entre tres y cuatro meses para ser convocado a la prueba práctica. Esta espera no solo afecta su formación, sino que también complica su vida diaria, ya que muchos dependen del carnet de conducir para su movilidad y empleo.
La situación es aún más complicada para aquellos que han suspendido un examen, ya que deben volver a entrar en un ciclo de espera que puede ser interminable. Ángel Hurtado, un joven que recientemente suspendió su prueba, ha expresado su frustración al tener que depender del transporte público para ir a su trabajo, mientras su moto nueva permanece sin usar en el garaje.
La crisis en las autoescuelas de Alicante es un reflejo de un problema más amplio que afecta a la formación y movilidad de los jóvenes en la región. La falta de examinadores y la ineficiencia del sistema de asignación de cupos han llevado a una situación insostenible que requiere atención urgente por parte de las autoridades competentes. Sin una solución rápida, el futuro del sector y la formación de nuevos conductores en Alicante se encuentra en una encrucijada.