En un caso que ha conmocionado a la comunidad de Manzanares, Ciudad Real, dos empresarios han sido asesinados en circunstancias escalofriantes. Antonio Caba y Gaspar Rivera son los principales acusados de estos crímenes, que han dejado a la sociedad en estado de shock. La fiscalía ha presentado un caso sólido, solicitando penas severas para ambos, lo que ha llevado a un intenso seguimiento mediático y un debate público sobre la violencia y la traición en las relaciones personales.
Los asesinatos de Jesús María González Borrajo y Juan Miguel Isla han sido descritos como actos de traición, ya que Caba, quien era amigo de ambas víctimas, aprovechó su confianza para llevar a cabo los crímenes. Según la fiscalía, el primer asesinato ocurrió en junio de 2019, cuando González, de 54 años, se reunió con Caba para vender un coche. En un giro trágico, Caba, enfrentando problemas económicos, asesinó a González y desechó su cuerpo en un pozo, ocultando el crimen durante años.
### El primer asesinato: un acto de traición
El 19 de junio de 2019, Jesús María González se encontró con Antonio Caba en una nave de Manzanares. González esperaba recibir 14.000 euros por la venta de su Mercedes, pero lo que sucedió fue un acto de traición que cambiaría para siempre la vida de sus seres queridos. La fiscalía sostiene que Caba, en un momento de desesperación económica, mató a González de forma violenta y luego llamó a su cómplice, Gaspar Rivera, para que le ayudara a deshacerse del cuerpo.
Los detalles del crimen son escalofriantes. Caba y Rivera, utilizando armas y objetos cortantes, desmembraron el cuerpo de González y lo ocultaron en varias bolsas de basura. Posteriormente, trasladaron los restos a una finca donde Caba había quemado parte del cuerpo en una chimenea. El resto fue arrojado a un pozo de sondeo, donde permaneció oculto durante años hasta que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil recuperó los restos en junio de 2023.
La brutalidad del crimen ha dejado a la comunidad de Manzanares horrorizada. Las familias de las víctimas habían estado buscando a González durante años, sin saber que su amigo había sido el responsable de su desaparición. La fiscalía ha solicitado 46 años de prisión para Caba por este asesinato, mientras que Rivera, quien ha confesado su participación, enfrenta una pena de 19 años.
### El segundo crimen: un patrón de violencia
Dos años y medio después del asesinato de González, Caba volvió a actuar. En julio de 2022, Juan Miguel Isla, otro empresario de la zona, se convirtió en su segunda víctima. Isla, de 58 años y padre de dos hijos, estaba en medio de una transacción de venta de una finca por 1.350.000 euros. Caba, quien había estado ayudando a Isla en la venta, lo acompañó a cobrar una suma considerable de dinero en efectivo.
El 22 de julio de 2022, tras recibir 50.000 euros en efectivo, Caba y Isla se dirigieron a la finca ‘La Mejorada’. En este lugar, Caba, nuevamente motivado por la codicia, acabó con la vida de Isla. La fiscalía ha indicado que la muerte de Isla pudo haber sido el resultado de un ataque violento, posiblemente utilizando un arma blanca. Además, se ha revelado que la autopsia encontró restos de venlafaxina, un antidepresivo, en el cuerpo de Isla, lo que sugiere que pudo haber sido víctima de sumisión química antes de ser asesinado.
La brutalidad de ambos crímenes ha llevado a la fiscalía a solicitar penas severas para ambos acusados. Caba enfrenta un total de 46 años de prisión por los dos asesinatos, mientras que Rivera, debido a su confesión, podría recibir una pena reducida. El caso ha sido objeto de atención mediática y ha generado un debate sobre la violencia en las relaciones personales y la traición entre amigos.
A medida que se acerca el juicio, la comunidad de Manzanares espera respuestas y justicia por estos horrendos crímenes. La historia de Jesús María González y Juan Miguel Isla es un recordatorio escalofriante de cómo la codicia y la traición pueden llevar a actos de violencia inimaginables. La sociedad observa con atención el desarrollo de este caso, que ha dejado una profunda huella en la memoria colectiva de la región.