El trágico asesinato de Ángel Asenov, un interno en la prisión de Estremera, a manos de su compañero Dilawar Hussain Fazal, ha puesto de manifiesto serias deficiencias en la seguridad del sistema penitenciario español. Este suceso, que ocurrió en febrero de 2024, ha llevado a una investigación exhaustiva por parte de Instituciones Penitenciarias, revelando una serie de fallos que han suscitado preocupaciones sobre la protección de los internos y la responsabilidad de las autoridades penitenciarias.
### Un Crimen Inesperado
Dilawar Hussain Fazal, un pakistaní que había sido ingresado en la prisión de Estremera solo 22 días antes del crimen, ya tenía un historial delictivo que incluía el asesinato de tres ancianos en Morata de Tajuña. Sin embargo, la investigación inicial concluyó que no había indicios que presagiaran el ataque que llevaría a cabo contra Asenov. La madrugada del 15 de febrero, Dilawar atacó a su compañero de celda con una pesa de dos kilos y medio, un objeto que había sido robado del gimnasio de la prisión. La brutalidad del ataque dejó a Asenov sin posibilidad de defensa, lo que ha llevado a cuestionar la seguridad dentro del centro penitenciario.
El informe de la investigación interna destaca que, a pesar de la naturaleza violenta del crimen, la actuación de los funcionarios de la prisión fue considerada correcta. Sin embargo, esto no ha evitado que se planteen serias dudas sobre la gestión de la seguridad en el centro. La falta de un protocolo claro para el control de los objetos del gimnasio y la ausencia de vigilancia adecuada han sido señaladas como deficiencias críticas que contribuyeron a la tragedia.
### Deficiencias en la Seguridad Penitenciaria
Uno de los aspectos más alarmantes del caso es la manera en que se sustrajo la pesa del gimnasio. Según el informe, cualquier interno podía acceder al gimnasio, y la supervisión recaía en un preso encargado de controlar el material, lo que plantea serias dudas sobre la eficacia de este sistema. La inspectora penitenciaria que llevó a cabo la investigación encontró que la lista de materiales del gimnasio estaba desactualizada y que no existía un control riguroso sobre los objetos que podían ser utilizados como armas.
Además, se reveló que, solo seis horas antes del crimen, las cámaras de vigilancia registraron a Asenov entregando un objeto envuelto en una bolsa a Dilawar. Esto ha llevado a especulaciones sobre la posibilidad de que la pesa fuera introducida en la celda de manera clandestina, lo que pone de relieve la falta de control y vigilancia en el centro. La inspectora también mencionó que, aunque existían sospechas sobre la entrega del objeto, no se pudo acreditar quién había robado la pesa del gimnasio.
La familia de la víctima ha señalado que la prisión tiene una responsabilidad directa en la muerte de Asenov, argumentando que se han constatado fallos de seguridad significativos. A raíz de este crimen, se han implementado cambios en la organización y el procedimiento de control en el gimnasio, lo que sugiere que las autoridades penitenciarias reconocen la necesidad de mejorar la seguridad.
### La Responsabilidad de Instituciones Penitenciarias
El informe de la inspectora penitenciaria concluye que, aunque los funcionarios actuaron de manera correcta en el momento del crimen, la prisión tiene una responsabilidad en lo ocurrido. La falta de un protocolo específico para el control del material del gimnasio y la ausencia de un sistema de supervisión adecuado han sido identificadas como áreas críticas que deben ser abordadas para prevenir futuros incidentes.
El abogado de la familia de Asenov ha expresado su preocupación por la falta de medidas adecuadas para garantizar la seguridad de los internos, especialmente aquellos con antecedentes violentos. La situación ha llevado a un llamado a la acción para que se implementen reformas en el sistema penitenciario, con el fin de proteger a los internos y evitar que se repitan tragedias similares.
El caso de Dilawar Hussain Fazal y Ángel Asenov es un recordatorio sombrío de las deficiencias que aún persisten en el sistema penitenciario español. La necesidad de una revisión exhaustiva de las políticas de seguridad y control en las prisiones es más urgente que nunca, ya que la vida de los internos y la integridad del sistema dependen de ello. La administración penitenciaria debe asumir la responsabilidad de garantizar un entorno seguro para todos los internos, independientemente de su historial delictivo, y tomar medidas efectivas para prevenir la violencia dentro de las prisiones.