En Alicante, la reciente declaración institucional que busca adscribir a la ciudad a la zona de predominio lingüístico castellano ha desatado una ola de protestas. La decisión, respaldada por el Partido Popular (PP) y Vox, ha generado un fuerte rechazo entre diversas organizaciones educativas y culturales que defienden el uso y la enseñanza del valenciano. La Federación de Padres y Madres de Alumnos Enric Valor y la Confederación de AMPA Gonzalo Anaya han sido vocales en esta controversia, advirtiendo sobre las posibles repercusiones que esta medida podría tener en el ámbito educativo.
La preocupación principal radica en que la modificación legislativa podría llevar a una reducción significativa en la enseñanza del valenciano en las aulas. Paula Barceló, representante de las organizaciones mencionadas, ha expresado que esta declaración no solo busca limitar el uso del valenciano, sino que también discrimina a aquellos que desean aprender y utilizar esta lengua. Según Barceló, si se aprueba esta medida, los estudiantes de Alicante podrían perder la oportunidad de recibir educación en su lengua propia, lo que afectaría su competencia lingüística y, por ende, su futuro académico y profesional.
### Impacto en la Educación y la Identidad Cultural
La nueva Ley de Libertad Educativa del Consell establece diferentes porcentajes para el aprendizaje de las lenguas cooficiales, dependiendo de la zona de predominio lingüístico. En el caso de Alicante, actualmente considerada una ciudad valencianohablante, los alumnos que residen en áreas donde el valenciano es la lengua principal podrían recibir hasta un 65% de su educación en este idioma. En contraste, aquellos que viven en localidades donde predomina el castellano solo tendrían un 10% de su horario lectivo dedicado al valenciano. Esta disparidad en la enseñanza podría acentuar las diferencias lingüísticas y culturales entre los estudiantes, generando un ambiente de desigualdad educativa.
Las organizaciones defensoras del valenciano han argumentado que Alicante tiene una rica historia y tradición lingüística que debe ser preservada. Se basan en informes de la Universidad de Alicante y en el Estatuto de Autonomía, que establece la necesidad de proteger y promover el uso del valenciano. La declaración de la ciudad como castellanohablante no solo es vista como un ataque a la lengua, sino también como un intento de borrar una parte fundamental de la identidad cultural de sus habitantes.
### Reacciones de la Comunidad y el Futuro del Valenciano
La respuesta de la comunidad ha sido contundente. Las protestas en las escaleras de Jorge Juan, donde se escucharon gritos de ‘Mazón dimissió’, reflejan el descontento generalizado hacia la decisión del Ayuntamiento. Las familias y los educadores han instado a la Generalitat Valenciana a que actúe en defensa del valenciano, garantizando su uso y enseñanza en todas las etapas educativas. La presión social ha llevado a que se realicen consultas y movilizaciones para exigir que se respete el derecho de los ciudadanos a recibir educación en su lengua materna.
Además, la Academia Valenciana de la Lengua ha rechazado la idea de que Alicante sea considerada únicamente castellanohablante, reafirmando su compromiso con la diversidad lingüística y la promoción del valenciano. Este respaldo institucional es crucial para las organizaciones que luchan por la preservación de la lengua, ya que proporciona un marco legal y moral para sus demandas.
La situación en Alicante es un reflejo de un debate más amplio sobre la identidad lingüística en España. La lucha por el valenciano no es solo una cuestión de lengua, sino que está intrínsecamente ligada a la identidad cultural y a los derechos de los ciudadanos. La forma en que se resuelva esta controversia tendrá un impacto significativo en el futuro de la educación y la cultura en la Comunidad Valenciana.
En este contexto, es fundamental que las autoridades escuchen las voces de la comunidad y trabajen hacia una solución que respete y promueva la diversidad lingüística. La educación en valenciano no solo beneficia a los hablantes nativos, sino que también enriquece a toda la sociedad, fomentando un ambiente de respeto y entendimiento entre diferentes culturas y lenguas. La lucha por el valenciano en Alicante es, en última instancia, una lucha por la igualdad y el reconocimiento de la diversidad cultural que caracteriza a esta región.