En la Comunidad Valenciana, la reciente propuesta de incluir la caza en el currículo educativo ha generado un intenso debate. La iniciativa, impulsada por el Partido Popular y Vox, busca fomentar una educación que aborde la práctica cinegética y sus valores culturales. Sin embargo, esta medida ha sido recibida con un fuerte rechazo por parte de muchas familias y asociaciones de padres, quienes consideran que hablar de caza en las escuelas es un retroceso en la educación moderna.
La Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Fampa) Enric Valor ha expresado su preocupación, argumentando que los niños merecen aprender a cuidar y proteger la vida, en lugar de ser educados en prácticas que pueden asociarse con la violencia hacia los animales. La propuesta incluye actividades como charlas, talleres y campamentos que abordan la caza, lo que ha llevado a muchos a cuestionar la dirección que está tomando la educación en la región.
### Reacciones de las Familias y Educadores
Las críticas hacia esta propuesta no se han hecho esperar. La Fampa Enric Valor, que representa a más de 240 asociaciones de padres en Alicante, ha manifestado que la inclusión de la caza en el discurso educativo desvirtúa la función de la escuela como un motor de progreso ético y cultural. Según ellos, la educación debería centrarse en el respeto y la convivencia, valores que consideran incompatibles con la normalización de prácticas que pueden ser vistas como violentas.
Además, los padres han señalado que esta medida podría ser una distracción de los problemas más urgentes que enfrenta la educación pública, como la falta de recursos y la necesidad de mejorar las instalaciones escolares. La preocupación es que, mientras se discuten temas como la caza, las escuelas continúan lidiando con deficiencias que afectan la calidad de la educación.
Por otro lado, existe un sector de padres que apoya la iniciativa. La federación Gabriel Miró, que representa a más de 350 asociaciones de padres, ha defendido que hablar de caza no es algo nuevo y que ya se menciona en los libros de historia. Su portavoz, Sonia Terrero, argumenta que es importante educar a los jóvenes sobre la caza, no solo desde una perspectiva histórica, sino también para enseñarles sobre la legalidad y la ética de esta práctica. Según ella, la educación sobre la caza puede ser beneficiosa si se aborda de manera responsable y controlada.
### Implicaciones Políticas y Sociales
Desde el ámbito político, la propuesta ha sido objeto de críticas por parte de los partidos de izquierda, que ven en ella una alineación del Partido Popular con la ultraderecha. El PSPV ha calificado la medida de «estrambótica» y ha cuestionado la motivación detrás de la misma, sugiriendo que es un intento de desviar la atención de los problemas reales que enfrenta la educación en la Comunidad Valenciana.
El portavoz de Educación en las Cortes, José Luis Lorenz, ha expresado su indignación, afirmando que abrir la puerta a la caza en las escuelas es un paso atrás en la lucha por una educación inclusiva y diversa. Según él, la educación debería centrarse en valores que promuevan una sociedad más justa y equitativa, en lugar de normalizar prácticas que pueden ser vistas como agresivas.
La controversia también ha puesto de manifiesto la polarización existente en la sociedad española en torno a temas como la educación y la caza. Mientras algunos ven la caza como una tradición cultural que debe ser preservada y enseñada, otros la consideran una práctica obsoleta que no tiene cabida en un sistema educativo moderno.
En este contexto, la discusión sobre la caza en las escuelas de Alicante se convierte en un microcosmos de las tensiones más amplias que existen en la sociedad española. La forma en que se resuelva este debate podría tener implicaciones significativas no solo para la educación en la Comunidad Valenciana, sino también para el futuro de la caza y su lugar en la cultura española.
La situación sigue evolucionando, y es probable que el debate sobre la caza en las escuelas continúe generando opiniones encontradas en los próximos meses. Las decisiones que se tomen en este ámbito podrían influir en la dirección de la educación en la región y en la percepción pública de la caza como actividad cultural y recreativa.
