La Policía Local de Alicante ha implementado un nuevo operativo para controlar el ruido generado por el ocio nocturno, una medida que busca equilibrar la diversión de los visitantes con el descanso de los residentes. Este esfuerzo se ha intensificado especialmente durante el mes de agosto, cuando la ciudad recibe un gran número de turistas y las fiestas locales están en pleno apogeo. Las zonas más afectadas, como el Centro, la Albufereta y Playa de San Juan, se convierten en puntos de atención para los agentes, quienes deben actuar ante las quejas de los vecinos.
La intervención de la Policía Local no se limita a las áreas de ocio, sino que también abarca las denuncias por ruidos provenientes de viviendas. Un caso reciente en el barrio de Benisaudet ilustra esta situación: los residentes se quejaron de un ruido constante generado por maquinaria industrial. Los agentes realizaron mediciones que confirmaron que los niveles de ruido superaban lo permitido, lo que llevó a la elaboración de un informe para la Concejalía de Urbanismo. Este procedimiento es parte de un protocolo que busca garantizar que las quejas se manejen de manera adecuada y conforme a la normativa vigente.
### Procedimientos y Desafíos en el Control del Ruido
El proceso de control del ruido es meticuloso y requiere de varios pasos antes de que se pueda imponer una sanción. Los agentes deben realizar mediciones en diferentes momentos y condiciones para identificar la fuente del ruido. En muchas ocasiones, los propietarios de los locales o los inquilinos de las viviendas apagan la música o reducen el volumen al ver llegar a la policía, lo que dificulta la labor de los agentes. Esto ha llevado a que algunos policías soliciten la posibilidad de realizar intervenciones de paisano, es decir, sin uniforme, para poder medir el ruido de manera efectiva.
La normativa que regula la contaminación acústica en Alicante ha sido actualizada recientemente, reemplazando una legislación que databa de 1991. Esta nueva ordenanza incluye restricciones más estrictas sobre el ruido en horarios nocturnos, prohibiendo actividades que superen los niveles permitidos entre las 22:00 y las 8:00 horas. Sin embargo, la implementación de estas medidas enfrenta desafíos burocráticos, ya que cada denuncia genera un expediente que requiere seguimiento y nuevas mediciones.
La situación en Playa de San Juan es particularmente complicada debido a la ubicación de los veladores, que están en suelo privativo de las urbanizaciones. Esto permite a los locales de ocio operar con menos restricciones que aquellos que ocupan la vía pública, lo que ha llevado a un aumento en la afluencia de clientes y, por ende, a un incremento en las quejas por ruido. Los agentes han observado que, a pesar de sus esfuerzos, la identificación de la fuente de ruido puede ser un proceso arduo, especialmente en áreas donde varios negocios están concentrados.
### Un Operativo Especial para el Verano
El operativo especial de control del ruido se extenderá hasta el 30 de septiembre, con un despliegue de aproximadamente 50 agentes que trabajarán en turnos nocturnos. Este esfuerzo tiene como objetivo garantizar el cumplimiento de la nueva ordenanza y responder a las quejas de los vecinos, quienes han expresado su frustración por el ruido constante durante las noches de verano.
Los residentes de áreas como el Casco Antiguo y la calle Castaños han sido particularmente vocales sobre el impacto del ocio nocturno en su calidad de vida. Muchos de ellos han llevado sus quejas a los tribunales, buscando soluciones que les permitan disfrutar de sus hogares sin las molestias del ruido. La implementación de Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS) ha sido una de las propuestas discutidas, aunque su puesta en marcha ha sido lenta y ha enfrentado diversas alegaciones de diferentes grupos, incluidos los hosteleros.
El vicealcalde de Alicante ha indicado que la ZAS del Casco Antiguo se implementará antes que la de Castaños, aunque las medidas tendrán un carácter temporal. Esta situación refleja la necesidad de un enfoque equilibrado que considere tanto las preocupaciones de los residentes como las necesidades del sector de la hostelería, que es vital para la economía local.
En resumen, el control del ruido en Alicante es un tema complejo que involucra a múltiples actores y requiere de un enfoque coordinado entre la Policía Local, el Ayuntamiento y la comunidad. A medida que la ciudad continúa siendo un destino popular para el ocio nocturno, la búsqueda de soluciones efectivas para mitigar el ruido será crucial para mantener la armonía entre el entretenimiento y el bienestar de los vecinos.