La reciente controversia en torno al Plan Endavant, diseñado por la Generalitat Valenciana para la reconstrucción de las zonas afectadas por la dana, ha puesto de manifiesto las tensiones entre la administración autonómica y la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ). Este organismo, bajo la dirección de Miguel Polo, ha presentado un conjunto de alegaciones que cuestionan no solo la viabilidad del plan, sino también la competencia de la Generalitat para llevar a cabo ciertas iniciativas. La situación se complica aún más con la exigencia de una inversión estatal de 12.600 millones de euros, lo que ha generado un debate intenso sobre la responsabilidad y el enfoque de la reconstrucción.
Las alegaciones de la CHJ son contundentes. De los 174 reparos que ha recibido el Plan Endavant, 47 provienen directamente de este organismo, lo que indica un desacuerdo significativo sobre la dirección que se está tomando. La CHJ no solo critica el contenido del plan, sino que también acusa a la Generalitat de invadir competencias que corresponden al Estado. Este desacuerdo se traduce en una falta de compromiso por parte de la CHJ para colaborar en la reconstrucción, lo que podría retrasar aún más los esfuerzos necesarios para reparar las infraestructuras dañadas.
### La Injerencia de Competencias y la Resistencia de la CHJ
Uno de los puntos más críticos de las alegaciones de la CHJ es la creación de una empresa mixta y una nueva Agencia Estatal del Agua, propuestas que la Generalitat ha incluido en su plan. La CHJ sostiene que estas iniciativas representan una invasión de competencias que son exclusivas del Gobierno central. En sus alegaciones, el organismo argumenta que la creación de una empresa pública mixta, sin el consentimiento del Estado, es un exceso en el ejercicio de las competencias de la Generalitat. Esta postura refleja una clara resistencia a cualquier medida que, según la CHJ, no haya sido acordada previamente con el Gobierno central.
Además, la CHJ ha expresado su descontento por no haber sido consultada en la redacción del Plan Endavant. En sus alegaciones, se solicita que se aclare que la Confederación no participó en la elaboración del plan, lo que pone de relieve una falta de comunicación y colaboración entre las dos administraciones. Este desencuentro no solo afecta la relación entre la Generalitat y la CHJ, sino que también puede tener repercusiones en la efectividad del plan de reconstrucción.
### La Propuesta de Inversión y la Respuesta de la Generalitat
El Plan Endavant exige una inversión total de 29.000 millones de euros, de los cuales 12.600 millones deberían ser aportados por el Estado. Esta cifra ha sido un punto de fricción entre las administraciones, ya que la Generalitat espera que el Gobierno central asuma una parte significativa de la carga financiera. Sin embargo, la CHJ ha cuestionado la viabilidad de estas propuestas, sugiriendo que las medidas planteadas no reflejan adecuadamente la realidad de los daños causados por la dana.
El vicepresidente para la Recuperación, Francisco José Gan Pampols, ha defendido la colaboración entre la Generalitat y la CHJ, afirmando que se han llevado a cabo varias reuniones para trabajar en conjunto. Sin embargo, la CHJ ha desestimado estas afirmaciones, señalando que las reuniones no han sido suficientes para abordar las preocupaciones planteadas en sus alegaciones. La falta de un acuerdo claro sobre cómo se llevarán a cabo las reparaciones de infraestructuras hidráulicas, como la presa de Forata, también ha sido un tema de discordia. La CHJ ha advertido que las propuestas de la Generalitat no son adecuadas y que se están llevando a cabo obras de emergencia que superan las iniciativas planteadas por la administración autonómica.
La situación actual refleja un panorama complicado en la reconstrucción de Valencia. La falta de consenso entre la Generalitat y la CHJ podría resultar en retrasos significativos en la ejecución del Plan Endavant, lo que a su vez afectaría a las comunidades que aún se recuperan de los efectos devastadores de la dana. Las tensiones entre las administraciones no solo son un obstáculo para la reconstrucción, sino que también ponen de manifiesto la necesidad de una mayor colaboración y comunicación en la gestión de crisis y en la planificación de infraestructuras en el futuro.
