La reciente clausura del restaurante Petímetre, ubicado en la Playa de San Juan de Alicante, ha generado un gran revuelo en la comunidad local. Este cierre, llevado a cabo por la Policía Local, se debe a la falta de licencia y a múltiples incumplimientos de la normativa municipal. La situación del establecimiento ha sido objeto de atención desde hace tiempo, con un historial de denuncias que han culminado en esta drástica medida.
La intervención policial se produjo el 13 de junio de 2025, cuando los agentes encontraron que el restaurante operaba sin el permiso adecuado, a pesar de un decreto de suspensión de actividad emitido por la Concejalía de Urbanismo el 2 de junio. Este decreto había sido resultado de una serie de irregularidades que se habían acumulado a lo largo del tiempo, incluyendo la falta de autorización para el uso de la terraza, que ya había sido suspendido en agosto de 2024. La situación se agravó cuando, durante la Nochevieja, el local recibió dos denuncias por celebrar eventos sin la debida licencia, lo que llevó a la Policía a actuar nuevamente.
### Un Historial de Irregularidades y Denuncias
El restaurante Petímetre no es ajeno a la controversia. Desde el año anterior, el establecimiento había sido objeto de inspecciones que revelaron la realización de actividades no autorizadas. En la primera denuncia, los agentes encontraron que el local estaba llevando a cabo espectáculos sin la documentación necesaria, lo que contraviene las normativas vigentes. En la segunda denuncia, la situación no había cambiado, y el local continuaba operando con una afluencia de aproximadamente 200 personas, lo que llevó a la Policía a tomar medidas más severas.
Además de las denuncias por actividades no autorizadas, el informe más reciente de la Unidad de Disciplina Urbanística destacó que el restaurante había realizado cambios sustanciales en su área de hostelería sin la debida autorización. Se mencionó que el área de jardín exterior contaba con una zona de público no reflejada en el proyecto original, así como la instalación de un escenario para actuaciones musicales, lo que incrementó las preocupaciones sobre la legalidad de su funcionamiento.
Desde la empresa detrás del restaurante, el grupo Forty, se ha argumentado que se habían tomado medidas para subsanar las deficiencias señaladas, aunque la ampliación de volumetría se consideró materialmente imposible de realizar en el tiempo estipulado por el Ayuntamiento. Este conflicto ha puesto de relieve las tensiones entre los negocios locales y las autoridades municipales, que buscan garantizar el cumplimiento de las normativas urbanísticas y de seguridad.
### El Futuro del Restaurante y su Traslado
A pesar de la clausura, el grupo Forty ha anunciado planes para trasladar el restaurante Petímetre a una nueva ubicación en Torre Mauro. Este movimiento se presenta como una estrategia para reforzar su propuesta gastronómica y de ocio, acercándose al núcleo urbano y mejorando la accesibilidad para sus clientes. La empresa ha expresado que este cambio representa un paso natural en la evolución del concepto del restaurante, manteniendo su identidad centrada en la cocina de brasas, arroces y platos para compartir.
El traslado está programado para julio de 2025, y la compañía ha manifestado su entusiasmo por la nueva etapa que se avecina. Según sus declaraciones, la nueva ubicación permitirá ampliar la oferta de eventos y mejorar la capacidad operativa del restaurante. Sin embargo, el proceso de traslado se ha visto acelerado por la reciente suspensión de actividad, lo que ha llevado a la empresa a tomar decisiones rápidas para adaptarse a la nueva realidad.
El grupo Forty ha subrayado que su actividad en el antiguo local se desarrollaba en régimen de alquiler y que no tenían vinculación societaria con la propiedad del inmueble, lo que añade una capa de complejidad a la situación. La empresa ha enfatizado que, aunque el traslado ya formaba parte de su estrategia, la clausura del restaurante ha acelerado el proceso, obligándolos a actuar con rapidez.
El cierre del Petímetre no solo afecta a los propietarios y empleados del restaurante, sino que también tiene un impacto en la comunidad local y en la oferta gastronómica de la Playa de San Juan. La situación ha suscitado un debate sobre la regulación de los establecimientos de ocio y la necesidad de garantizar que se cumplan las normativas para proteger tanto a los negocios como a los ciudadanos. A medida que el grupo Forty se prepara para su nueva etapa, la comunidad estará atenta a cómo se desarrollan los acontecimientos y a la evolución del nuevo Petímetre en Torre Mauro.
