La vida de Bertín Osborne ha estado marcada por la música, la televisión y un sinfín de momentos mediáticos. Sin embargo, su reciente paternidad a los 70 años ha captado la atención de muchos, no solo por la diferencia de edad, sino por las circunstancias que rodean su relación con Gabriela Guillén, la madre de su hijo David. En una reciente entrevista, Bertín ha compartido sus pensamientos sobre la paternidad, los desafíos que enfrenta y su deseo de que su hijo no crezca en la sombra de la fama.
La llegada de David ha traído consigo una mezcla de alegría y responsabilidad para Bertín. En sus propias palabras, ejercer de padre en esta etapa de su vida es complicado, pero también gratificante. «Con el niño estoy encantado. Estoy muy contento de conocerlo, de compartir con él momentos. El niño es una monada, cariñosísimo, un amor», ha declarado. Esta conexión con su hijo parece ser un bálsamo para el artista, quien ha enfrentado críticas y especulaciones desde que se conoció la noticia de su paternidad.
### La relación con Gabriela Guillén: Un camino lleno de altibajos
La relación entre Bertín y Gabriela ha sido objeto de atención mediática desde el principio. Tras la filtración del embarazo, ambos se encontraron en el centro de un torbellino de rumores y especulaciones. Sin embargo, a pesar de las dificultades, han decidido priorizar el bienestar de su hijo. Gabriela ha expresado su deseo de que David crezca en un ambiente donde sienta el amor de ambos padres, a pesar de que no estén juntos.
«Quiero que mi hijo sea lo más feliz posible y que tenga una normalidad. Que, independientemente de que sus padres no estén juntos, él sienta el amor de los dos», ha afirmado Gabriela. Esta declaración refleja su compromiso con la crianza de David y su deseo de evitar que el niño sufra por la separación de sus padres. La empresaria ha compartido que su propia infancia sin la figura paterna la ha llevado a valorar la importancia de la presencia de un padre en la vida de un hijo.
Por su parte, Bertín ha reconocido que ser padre nuevamente no era parte de sus planes, pero ha aceptado la realidad con resignación. «Nunca quise ser padre otra vez, pero ahora ayudaré a que el niño tenga sus estudios estupendos y que viva lo mejor que pueda», ha comentado. Esta actitud refleja un cambio en su perspectiva, donde la responsabilidad y el amor hacia su hijo han tomado prioridad sobre sus propias expectativas.
### Desafíos de la paternidad tardía
La paternidad tardía presenta desafíos únicos, y Bertín no es ajeno a ellos. A sus 70 años, el cantante se enfrenta a la realidad de criar a un niño en una etapa de su vida donde muchos de sus contemporáneos están disfrutando de la jubilación. Sin embargo, Bertín ha encontrado alegría en los momentos que comparte con David, quien ya ha comenzado a decir «papá». Esta conexión emocional es fundamental para el artista, quien desea que su hijo conozca su historia y su legado.
«Quiero que sepa quién es su padre», ha declarado Bertín, enfatizando la importancia de construir una relación sólida con su hijo. A pesar de las dificultades que ha enfrentado en su relación con Gabriela, ambos han mostrado un compromiso por mantener una comunicación abierta y positiva por el bien de David. Esto es crucial, ya que la crianza compartida puede ser un desafío, especialmente cuando hay diferencias en la forma de abordar la paternidad.
Gabriela ha mencionado que ha tenido que lidiar con la soledad y la traición de personas que se acercaron a ella por interés. Esta experiencia ha fortalecido su determinación de ser una madre presente y amorosa. «He estado realmente sola. Sin amigos. Porque hubo ‘supuestos amigos’ que solo eran ‘interesados’, que me han traicionado», ha confesado. Esta lucha personal ha influido en su enfoque hacia la crianza de David, quien merece un entorno amoroso y seguro.
La historia de Bertín Osborne y Gabriela Guillén es un recordatorio de que la paternidad puede ser un viaje complicado, lleno de emociones y desafíos. A medida que ambos continúan navegando por esta nueva etapa de sus vidas, su enfoque en el bienestar de David es un testimonio de su compromiso como padres. La vida puede ser impredecible, pero el amor y la dedicación hacia un hijo siempre prevalecerán.