La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) de Alicante ha alzado la voz ante un preocupante aumento de agresiones hacia los miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado. Este fenómeno no solo pone en riesgo la integridad física de los agentes, sino que también socava el principio de autoridad que debe prevalecer en la sociedad. La AUGC ha solicitado al ministro del Interior y a otros responsables políticos que se reconozca a los guardias civiles como «profesionales de riesgo», similar a lo que ocurre con las policías autonómicas. Esta petición se fundamenta en la necesidad de endurecer las penas en el Código Penal para aquellos que agreden a los agentes en el ejercicio de sus funciones.
### La Realidad de las Agresiones a los Agentes
Recientemente, se han dictado varias sentencias condenatorias en la provincia de Alicante por agresiones a agentes de la Guardia Civil. Estas agresiones han resultado en lesiones para los agentes, lo que ha llevado a la AUGC a expresar su preocupación por la liviandad de las penas impuestas. A pesar de que los agresores son condenados a indemnizar a los agentes por las lesiones sufridas, las sanciones parecen no ser un disuasivo efectivo. La AUGC ha señalado que esta situación no contribuye a restablecer el principio de autoridad en las calles, lo que es fundamental para el correcto funcionamiento de la seguridad pública.
Un caso emblemático ocurrió en enero de 2024, cuando una patrulla de la Guardia Civil intentó identificar a un individuo con antecedentes penales en Torrevieja. Este individuo, en un estado de gran alteración, agredió a los agentes, resultando en lesiones para ambos. El juzgado de lo Penal número 4 de Orihuela condenó al agresor a seis meses de prisión y una multa, además de indemnizar a los agentes. Sin embargo, la pena de prisión fue suspendida por dos años, lo que plantea interrogantes sobre la efectividad de la justicia en estos casos.
Otro incidente tuvo lugar el 31 de mayo de 2024, cuando un hombre agredió a un guardia civil tras un altercado con un taxista. Este agresor no solo fue condenado por el ataque inicial, sino que también agredió a otro guardia civil mientras estaba detenido. La condena incluyó penas de prisión y multas, pero nuevamente, la suspensión de la pena plantea dudas sobre la disuasión de futuros delitos.
### La Llamada de la AUGC por Cambios Legislativos
La AUGC ha manifestado su descontento con el sistema judicial actual, argumentando que las condenas son demasiado suaves y a menudo quedan en suspenso. Esta situación ha llevado a la asociación a solicitar a las autoridades judiciales que apliquen un rigor penal más estricto en estos casos. La AUGC sostiene que la falta de consecuencias severas para los agresores perpetúa un ciclo de violencia y falta de respeto hacia los agentes de la ley.
Además, la AUGC ha denunciado la falta de recursos materiales para la Guardia Civil en Alicante, lo que agrava aún más la situación. La escasez de medios adecuados para llevar a cabo su labor de manera efectiva puede contribuir a la vulnerabilidad de los agentes en situaciones de riesgo. La asociación ha instado a los responsables políticos a tomar medidas concretas para mejorar las condiciones de trabajo de los guardias civiles, así como a garantizar su seguridad.
La AUGC también ha destacado que muchos de los agresores condenados continúan delinquiendo, lo que pone de manifiesto la ineficacia de las penas suspendidas. La asociación ha hecho un llamado a la sociedad para que reconozca la importancia de apoyar a las Fuerzas de Seguridad del Estado y a los profesionales que arriesgan su vida para mantener el orden y la seguridad en las comunidades.
El aumento de agresiones a los agentes de seguridad es un problema que requiere atención inmediata. La AUGC ha tomado la iniciativa de abogar por cambios legislativos que fortalezcan la protección de los agentes y aseguren que los agresores enfrenten consecuencias adecuadas por sus acciones. La seguridad pública es un pilar fundamental de la sociedad, y es esencial que se tomen las medidas necesarias para proteger a aquellos que se dedican a mantenerla.