El verano de 2025 ha traído consigo un aumento preocupante en el número de ahogamientos en la Comunidad Valenciana, que ha registrado 22 muertes en espacios acuáticos solo en el mes de julio. Esta cifra posiciona a la región como la más afectada en España, superando a otras comunidades como Cataluña y Andalucía, que han reportado 13 y 12 muertes respectivamente. La situación es alarmante, especialmente considerando que, desde el inicio del año, se han contabilizado 300 ahogamientos en todo el país, de los cuales 90 ocurrieron en julio, un mes crítico para la actividad acuática debido al aumento de bañistas y turistas.
La reciente tragedia de una mujer de 61 años que se ahogó en la playa de les Deveses en Vinaròs ha puesto de relieve la gravedad de esta crisis. Este incidente no solo representa una pérdida personal, sino que también subraya la necesidad urgente de abordar las causas subyacentes de estos ahogamientos. En promedio, se ha registrado un fallecimiento por ahogamiento cada 34 horas en la Comunidad Valenciana, lo que plantea serias preguntas sobre la seguridad en las playas y piscinas de la región.
### Causas del aumento de ahogamientos
Uno de los factores que contribuyen a este aumento es la falta de vigilancia en muchas playas. La mujer que se ahogó en Vinaròs fue encontrada en una playa solitaria y sin vigilancia, lo que resalta la importancia de contar con socorristas en todas las áreas de baño. La Generalitat Valenciana ha reconocido que la contratación de profesionales del socorrismo es crucial para prevenir tragedias. Sin embargo, la realidad es que no todos los espacios acuáticos cuentan con este servicio, y en muchos casos, la cobertura horaria es insuficiente.
Además, el perfil de las víctimas también es preocupante. Aunque la mayoría de los ahogamientos se producen en personas mayores de 55 años, cada año se reportan muertes de niños y bebés, lo que indica que la educación y la prevención deben extenderse a todos los grupos de edad. La falta de conocimiento sobre las medidas de seguridad en el agua y la supervisión de los más pequeños son factores que deben ser abordados de manera efectiva.
La Generalitat ha lanzado una campaña de concienciación para educar a la población sobre la prevención de ahogamientos, enfocándose especialmente en la seguridad de los menores. Esta iniciativa es un paso en la dirección correcta, pero es fundamental que se implemente de manera efectiva y que se acompañe de recursos adecuados para garantizar la seguridad en las playas y piscinas.
### Estrategias de prevención y concienciación
La prevención de ahogamientos no solo depende de la presencia de socorristas, sino también de la educación de la población sobre los riesgos asociados con el agua. Es esencial que tanto los bañistas como los padres de niños pequeños sean conscientes de las medidas de seguridad que deben seguir. Esto incluye no solo la supervisión constante de los niños, sino también la enseñanza de habilidades básicas de natación y el reconocimiento de las señales de peligro en el agua.
Las campañas de concienciación deben ser continuas y abarcar diferentes plataformas, desde redes sociales hasta eventos comunitarios. La colaboración con escuelas y organizaciones locales puede ser una forma efectiva de llegar a un público más amplio y asegurar que la información sobre la seguridad acuática llegue a todos los rincones de la comunidad.
Además, es importante que las autoridades locales evalúen la infraestructura de las playas y piscinas, asegurándose de que estén equipadas con las medidas de seguridad necesarias, como boyas, señales de advertencia y accesos adecuados para servicios de emergencia. La inversión en la formación de socorristas y en la mejora de las instalaciones acuáticas es crucial para reducir el número de ahogamientos en el futuro.
La situación actual en la Comunidad Valenciana es un llamado a la acción. Con un número creciente de ahogamientos, es imperativo que tanto las autoridades como la comunidad trabajen juntas para implementar medidas efectivas que garanticen la seguridad de todos los bañistas. La vida de muchas personas, especialmente de los más vulnerables, depende de ello.