Alicante se encuentra en una encrucijada en su camino hacia convertirse en la Ciudad Europea Accesible del 2026. La ciudad, que busca suceder a Viena en este prestigioso galardón, se enfrenta a serios desafíos en materia de accesibilidad, especialmente en un verano marcado por la falta de ascensores en puntos clave como la playa del Postiguet. Esta situación ha generado un debate intenso sobre la preparación de la ciudad para cumplir con los estándares exigidos por la Unión Europea, que otorga hasta 150.000 euros a municipios comprometidos con la inclusión urbana.
La candidatura de Alicante, que será presentada la próxima semana, ha sorprendido a muchos, incluidos miembros del comité encargado de seleccionar las ciudades candidatas. A pesar de las buenas intenciones del Ayuntamiento, las asociaciones de personas con discapacidad han expresado su preocupación por la falta de avances significativos en la accesibilidad urbana. En particular, el ascensor del CEIP Voramar ha sido objeto de controversia, ya que una madre se vio obligada a cargar a su hijo con problemas de movilidad debido a la avería del elevador. Este incidente ha puesto de manifiesto la urgencia de abordar las deficiencias en la infraestructura de la ciudad.
### Desafíos de Accesibilidad en Alicante
La accesibilidad en Alicante ha sido un tema recurrente en los últimos años, con múltiples incidentes que han puesto en evidencia la falta de atención a las necesidades de las personas con movilidad reducida. En el caso del Raval Roig, el ascensor que conecta el barrio con el paseo de la playa de El Postiguet ha estado fuera de servicio durante largos períodos, lo que ha impedido a muchos vecinos disfrutar de la playa. Esta situación se agrava en un verano donde la infraestructura, que debería ser un acceso vital para personas con movilidad reducida y carritos de bebé, ha estado más tiempo cerrada que operativa.
Luis Vañó, presidente del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) en la Comunidad Valenciana, ha señalado que los requisitos para la candidatura son exigentes. La accesibilidad, la inclusión y la seguridad son solo algunos de los aspectos que se evaluarán. Vañó ha expresado sus dudas sobre si Alicante está realmente preparada para cumplir con estos estándares, especialmente considerando que otras ciudades como València y Zaragoza han estado trabajando en sus candidaturas durante más tiempo y con la colaboración de colectivos de personas con discapacidad.
La falta de un enfoque proactivo por parte del Ayuntamiento de Alicante ha llevado a críticas sobre la preparación de la ciudad para competir en este certamen. A pesar de que la Junta de Gobierno Local tiene la intención de aprobar la candidatura, la falta de diálogo con las asociaciones de personas con discapacidad ha generado escepticismo sobre la viabilidad de la propuesta. Las exigencias del certamen no son triviales; se requiere demostrar que las medidas de accesibilidad están en marcha y que se han implementado políticas efectivas en áreas como empleo, sostenibilidad y movilidad.
### La Realidad de la Movilidad en Alicante
La situación de la movilidad en Alicante es preocupante, especialmente para aquellos que dependen de infraestructuras accesibles. En el barrio de la Albufereta, por ejemplo, la configuración urbana ha sido un obstáculo para las personas que utilizan sillas de ruedas. La historia de Teresa, una exconcejala que enfrenta dificultades para desplazarse debido a la falta de aceras y rampas, ilustra la realidad que viven muchos ciudadanos. Teresa se ve obligada a recorrer más de 500 metros por la calzada para salir de su casa, lo que pone de manifiesto la falta de atención a las necesidades de accesibilidad en la planificación urbana.
El Ayuntamiento de Alicante ha sido criticado por su falta de acción en este ámbito, y la situación se ha vuelto insostenible para muchos. La falta de ascensores operativos y la inadecuada infraestructura han llevado a que personas con movilidad reducida se sientan excluidas de espacios públicos que deberían ser accesibles para todos. La presión sobre el gobierno local para abordar estos problemas es cada vez mayor, y la aspiración de convertirse en Ciudad Europea Accesible podría verse comprometida si no se toman medidas efectivas.
A medida que Alicante se prepara para presentar su candidatura, la ciudad debe reflexionar sobre su compromiso real con la accesibilidad y la inclusión. La participación activa de las asociaciones de personas con discapacidad y la implementación de soluciones efectivas son esenciales para garantizar que todos los ciudadanos, independientemente de sus capacidades, puedan disfrutar de los espacios públicos y de la vida urbana. La lucha por la accesibilidad en Alicante es una cuestión de derechos humanos y dignidad, y es hora de que la ciudad tome medidas decisivas para abordar estos desafíos.