La provincia de Alicante se encuentra en una situación climática peculiar en medio de una ola de calor que afecta a gran parte de España. Mientras muchas regiones están bajo alertas amarillas y naranjas por altas temperaturas, Alicante parece estar a salvo, al menos por el momento. Jorge Olcina, catedrático de Geografía y director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, ha explicado que la brisa marina está jugando un papel crucial en esta situación. Esta brisa, que proviene del mar Mediterráneo, actúa como un regulador térmico, evitando que las temperaturas se disparen en las áreas costeras. En localidades como Alicante, Benidorm y Santa Pola, se prevén máximas que rondan los 33 grados, lo que es considerablemente más bajo en comparación con otras zonas del interior del país.
**Temperaturas en el Interior y Noches Tropicales**
A medida que nos adentramos en el interior de la provincia, la historia es diferente. Comarcas como el Alto Vinalopó, l’Alcoià, El Comtat y partes del Baix Vinalopó y la Vega Baja, incluyendo ciudades como Elche y Orihuela, experimentarán un aumento significativo en las temperaturas. Se anticipa que estas áreas alcancen temperaturas de hasta 37 o 38 grados, especialmente entre el domingo y el lunes. Este fenómeno de calor extremo también se acompaña de noches tropicales, donde las mínimas no bajarán de los 24-25 grados en la costa, mientras que en el interior se mantendrán en torno a los 20-22 grados.
Olcina destaca que lo más notable de este verano es la persistencia del calor nocturno, un fenómeno que se ha vuelto habitual en los últimos años. Aunque la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha clasificado este episodio como la segunda ola de calor del verano, el catedrático recuerda que ya se habían registrado jornadas de calor intenso en julio, especialmente durante episodios de viento de poniente. Sin embargo, esta ola de calor actual se caracteriza por su duración prolongada, que se espera que se extienda al menos hasta el próximo martes, alcanzando entre 10 y 12 días en total, lo que es inusual en comparación con la media de 4-5 días.
**Impacto de la Temperatura del Mar**
Otro factor que contribuye al alivio térmico en la costa es la temperatura del mar. A finales de junio y principios de julio, las aguas del Golfo de Valencia alcanzaron temperaturas récord de 28 grados. Sin embargo, durante julio, se observó un ligero descenso a 26,5 grados. Actualmente, la temperatura del mar ha vuelto a subir, situándose en torno a los 27 grados, y se espera que continúe en ascenso. Este enfriamiento relativo ha ayudado a moderar las noches en la costa, aunque no ha sido suficiente para evitar mínimas altas.
A pesar de que se anticipa un ligero repunte térmico en la segunda mitad de la próxima semana, cuando el aire sahariano podría desplazarse hacia la zona mediterránea, Alicante se mantiene como una excepción en el mapa de calor de agosto. La combinación de la brisa marina y la moderada temperatura del mar ha permitido que la provincia disfrute de un alivio temporal en medio de un verano que, para muchas otras regiones, ha sido marcado por un calor extremo.
La situación climática en Alicante es un recordatorio de cómo los factores geográficos y meteorológicos pueden influir en las condiciones climáticas locales. La brisa marina no solo proporciona un alivio temporal del calor, sino que también resalta la importancia de la geografía en la experiencia climática de una región. A medida que los días avanzan y la ola de calor continúa, los residentes de Alicante pueden disfrutar de un verano más moderado en comparación con el resto del país, al menos por ahora.