El proceso para que Alicante sea oficialmente reconocido como Lugar de Memoria Democrática ha dado un paso significativo con la apertura del periodo de información pública. Este procedimiento, que se inició en mayo, busca resaltar la importancia histórica de la ciudad durante la Guerra Civil y la dictadura franquista. La Dirección General de Promoción de la Memoria Democrática ha habilitado un plazo de 21 días hábiles para que cualquier persona o entidad interesada pueda consultar la documentación relacionada y presentar alegaciones. Este trámite es crucial para avanzar en el reconocimiento de Alicante como un espacio que simboliza la lucha por los derechos y libertades en España.
La decisión de otorgar este estatus a Alicante se basa en tres eventos históricos significativos. En primer lugar, el bombardeo del Mercado Central el 25 de mayo de 1938, que dejó una huella profunda en la memoria colectiva de la ciudad. En segundo lugar, el puerto de Alicante se convirtió en un enclave clave para el exilio republicano en los últimos días de la Guerra Civil, donde miles de personas buscaron escapar de la represión. Por último, la tumba del poeta Miguel Hernández, un símbolo de la represión cultural del régimen franquista, también juega un papel fundamental en esta designación.
El expediente que se está tramitando se ajusta a la Ley 20/2022 de Memoria Democrática, que establece la necesidad de reconocer y conservar los lugares que tienen un valor histórico y simbólico. El Ayuntamiento de Alicante ha sido notificado y ha participado en el proceso, junto con otras entidades como la Universidad de Alicante, que ya ha emitido su informe sobre el asunto. La apertura del periodo de información pública permite a los ciudadanos involucrarse activamente en el proceso, presentando sus alegaciones a través de los registros oficiales o en la web del Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática.
Una vez finalizado este periodo, el ministerio analizará las aportaciones recibidas y elaborará una propuesta final de declaración que será elevada al secretario de Estado de Memoria Democrática para su aprobación definitiva. Se estima que el procedimiento completo podría tardar entre nueve y diez meses, lo que sugiere que la declaración oficial podría hacerse efectiva en los primeros meses de 2026.
La designación de Alicante como Lugar de Memoria Democrática conlleva una serie de responsabilidades. Los espacios reconocidos deben estar adecuadamente señalizados y cuidados para preservar su valor histórico. Si estos lugares pertenecen a una administración pública, esta tiene la obligación de conservar cualquier elemento conmemorativo que recuerde la lucha por los derechos y libertades. Además, se busca que estos sitios sean bien difundidos y que su historia sea accesible para todos, pudiendo formar parte de rutas o itinerarios que ayuden a mantener viva su memoria.
Este compromiso de reconocer a Alicante como un lugar de gran relevancia histórica fue anunciado por el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, quien ha manifestado que ya existía una solicitud para que la ciudad recibiera este reconocimiento. En una reciente entrevista, el ministro afirmó que el ministerio está comprometido a avanzar en este expediente, considerándolo un acto de justicia.
El PSOE de Alicante ha expresado su satisfacción ante la apertura del periodo de información pública, destacando que el Gobierno de España está cumpliendo con su promesa de defender la memoria histórica y reconocer a Alicante como un símbolo de libertad y democracia. Sin embargo, también ha habido críticas hacia el Consell de Mazón, acusándolo de alinearse con posturas que buscan minimizar la memoria histórica y blanquear la dictadura franquista.
La importancia de este reconocimiento no solo radica en la memoria de los eventos pasados, sino también en su impacto en la sociedad actual. La memoria democrática es fundamental para construir un futuro en el que se respeten los derechos humanos y se reconozcan las luchas del pasado. La designación de Alicante como Lugar de Memoria Democrática puede servir como un recordatorio constante de la importancia de la libertad y la justicia, y como un espacio para la reflexión y el aprendizaje.
En este contexto, la participación ciudadana se vuelve esencial. La posibilidad de que los ciudadanos presenten alegaciones y se involucren en el proceso es un paso hacia una mayor conciencia colectiva sobre la historia y su relevancia en el presente. La memoria histórica no debe ser un tema relegado al pasado, sino un elemento activo en la construcción de una sociedad más justa y equitativa.
A medida que avanza este proceso, se espera que la comunidad de Alicante se una en la defensa de su historia y en la promoción de un futuro que reconozca y respete los sacrificios de aquellos que lucharon por la libertad y la democracia. La designación como Lugar de Memoria Democrática no solo es un reconocimiento, sino también un compromiso con la verdad y la justicia que debe perdurar en el tiempo.