Las altas temperaturas que se prevén en Alicante han llevado al Ministerio de Sanidad a emitir un aviso naranja, alertando sobre el riesgo que esto representa para la salud de la población. Este aviso se activa especialmente en los días 18 y 19 de julio, donde se espera que las temperaturas en el interior de la provincia y en el litoral sur superen los 35,2ºC. La ola de calor que afecta a la región no solo es un fenómeno meteorológico, sino que también tiene implicaciones directas en la salud pública, especialmente para los grupos más vulnerables.
La previsión climática indica que las temperaturas se mantendrán elevadas, lo que ha llevado a las autoridades a tomar medidas preventivas. Aunque el interior de la provincia ha pasado de un aviso rojo a naranja, sigue siendo una zona de riesgo moderado. En contraste, el litoral norte de Alicante se encuentra en una situación de bajo riesgo, lo que significa que las temperaturas no alcanzarán niveles críticos en esa área.
### Comprendiendo el Aviso Naranja
El aviso naranja es una señal clara de que las temperaturas han superado el umbral máximo establecido, lo que implica un riesgo medio para la salud. Este umbral se determina a partir de estudios que relacionan las altas temperaturas con el aumento de la mortalidad. En Alicante, se han establecido tres subdivisiones meteorológicas, cada una con su umbral específico:
– **Interior de Alicante**: 35,2ºC
– **Litoral Sur de Alicante**: 35,2ºC
– **Litoral Norte de Alicante**: 35ºC
El hecho de que el interior y el litoral sur se encuentren en aviso naranja significa que las temperaturas se mantendrán por encima de los 35,2ºC, lo que puede tener consecuencias graves para la salud de las personas. Es importante entender que, aunque el riesgo ha disminuido de alto a moderado, sigue existiendo un peligro significativo, especialmente para aquellos que son más susceptibles a los efectos del calor.
### Grupos Vulnerables y Precauciones Necesarias
El Ministerio de Sanidad ha enfatizado la necesidad de prestar especial atención a ciertos grupos de la población que son más vulnerables a las altas temperaturas. Entre ellos se encuentran:
– **Personas mayores**: Su capacidad para regular la temperatura corporal disminuye con la edad.
– **Mujeres embarazadas**: Pueden experimentar cambios en su temperatura corporal que las hacen más susceptibles.
– **Niños menores de 4 años**: Su sistema de regulación térmica aún está en desarrollo.
– **Trabajadores al aire libre**: Expuestos a condiciones extremas durante largas horas.
– **Personas con enfermedades crónicas**: Su salud puede verse comprometida por el calor.
Además, aquellos que consumen alcohol y otras sustancias, o que padecen trastornos de la memoria y dificultades de comprensión, también son más susceptibles a los efectos del calor. Aunque los jóvenes y saludables pueden tolerar mejor las variaciones de temperatura, no deben ignorar las recomendaciones de salud.
El Ministerio de Sanidad ha publicado una serie de medidas preventivas para ayudar a la población a enfrentar las altas temperaturas. Estas incluyen:
– **Beber agua con regularidad**: Mantenerse hidratado es fundamental para evitar golpes de calor.
– **Mantenerse fresco**: Buscar sombra o espacios frescos durante las horas más calurosas del día.
– **Evitar la exposición directa al sol**: Especialmente entre las 12:00 y las 16:00 horas, cuando la radiación solar es más intensa.
Estas recomendaciones forman parte del Plan Nacional de Actuaciones Preventivas de los Efectos de las Altas Temperaturas sobre la Salud, que se activa cada verano desde 2004. Este plan tiene como objetivo reducir el impacto del calor extremo en la salud de la población, informando y educando a la ciudadanía sobre los riesgos asociados a las altas temperaturas.
La ola de calor que afecta a Alicante no es un fenómeno aislado, sino que forma parte de un patrón más amplio de cambios climáticos que están afectando a diversas regiones del mundo. La adaptación y la preparación son esenciales para mitigar los efectos de estos eventos climáticos extremos, y la colaboración entre las autoridades sanitarias y la población es fundamental para garantizar la salud y el bienestar de todos.