La reciente jubilación del Dr. Antonio Server ha dejado una huella imborrable en la comunidad alicantina. Con más de 25 años de dedicación en el Hospital General Universitario Doctor Balmis, su compromiso con la sanidad pública ha sido un ejemplo de entrega y profesionalismo. En un emotivo homenaje celebrado en el restaurante Finca Santa Lucía, más de doscientas personas se reunieron para rendir tributo a un médico que ha tocado la vida de muchos con su generosidad y humanidad.
### Un Médico con Corazón de Oro
El Dr. Server, quien recientemente cumplió 70 años, ha sido descrito por colegas y amigos como una persona con un «corazón de oro». Su carrera, marcada por la gestión sanitaria, ha estado siempre centrada en el bienestar de los pacientes y sus familias. A lo largo de su trayectoria, ha trabajado incansablemente en la admisión de pacientes, siempre dispuesto a ofrecer consejos y apoyo, incluso fuera del entorno hospitalario.
Durante el homenaje, se destacó su capacidad para conectar con las personas, su amabilidad y su disposición para ayudar a los demás. Este médico no solo ha sido un profesional de la salud, sino también un amigo y un guía para muchos. Su legado va más allá de las consultas médicas; ha sido un pilar en la comunidad, un ejemplo a seguir en la atención sanitaria.
El acto no solo fue una celebración de su carrera, sino también una oportunidad para recaudar fondos para la Fundación Vicente Ferrer, una ONG que trabaja en la transformación de las zonas rurales más empobrecidas de la India. Gracias a la generosidad de sus amigos y colegas, se lograron recaudar 8.480 euros, un gesto que refleja el impacto positivo que el Dr. Server ha tenido en la vida de quienes lo rodean.
### Un Viaje de Aprendizaje y Compromiso
Formado en la Universidad de Valencia, el Dr. Server se especializó en gestión sanitaria y ha dedicado su vida a mejorar la atención médica. Su tesis doctoral, que le llevó quince años de trabajo, se centró en la adaptación de personas con discapacidad visual en los hospitales, un tema que refleja su compromiso con la inclusión y la equidad en la atención sanitaria. «Los ciegos tienen los mismos derechos que los demás pacientes», afirmó en su discurso de graduación, un principio que ha guiado su carrera.
A lo largo de su trayectoria, el Dr. Server ha sido un apasionado de la fotografía y el arte, utilizando su cámara para documentar la vida en el hospital y el trabajo de sus colegas durante la pandemia. Su proyecto «Testigos de excepción» capturó la esencia del esfuerzo y la dedicación del personal sanitario en tiempos difíciles, y se expuso en varias galerías, incluyendo el Instituto Cervantes en Turquía.
Su amor por la fotografía y el arte ha sido una extensión de su deseo de conectar con las personas y contar historias que importan. A pesar de su jubilación, el Dr. Server ha expresado su deseo de seguir escribiendo sobre sus experiencias durante la pandemia, asegurando que su voz y su perspectiva continúen resonando en la comunidad.
La jubilación del Dr. Antonio Server no es solo un adiós a un médico querido, sino el cierre de un capítulo en la historia de la sanidad alicantina. Su legado perdurará en las vidas que ha tocado y en la comunidad que ha servido con tanto esmero. Aunque cuelga la bata, su espíritu de servicio y su compromiso con el bienestar de los demás seguirán vivos en cada rincón del Hospital General y más allá. La comunidad alicantina se despide de un verdadero ángel de la guarda, un médico que ha demostrado que la compasión y la dedicación son los pilares de una atención sanitaria de calidad.