La desaparición de Enrique G. P., un empresario de 77 años, ha conmocionado a la comunidad de Bocairent, en la provincia de Valencia. Este caso ha tomado un giro inquietante, ya que se ha relacionado con un ex convicto de homicidio, Antonio C. B., quien es considerado el principal sospechoso. La historia se desarrolla en el hotel rural San Isidro, un establecimiento que ha estado cerrado por quiebra y que se encuentra en venta. En este escenario, se han encontrado evidencias que sugieren un posible crimen, incluyendo restos de sangre que podrían pertenecer a Enrique.
La situación comenzó a principios de mayo, cuando Enrique, preocupado por la posible ocupación ilegal de su hotel, decidió visitarlo. Durante su estancia, escuchó ruidos en una de las habitaciones, lo que lo llevó a investigar. Al hacerlo, descubrió que alguien había estado usando una de las habitaciones y que había dejado pertenencias personales. En un giro desafortunado, su coche, un Opel Astra, fue robado mientras él estaba en el interior del hotel. A pesar de que la denuncia fue presentada, el vehículo aún no ha sido localizado.
### Un pasado criminal que resuena
Antonio C. B., el principal sospechoso, tiene un pasado criminal que lo vincula con un asesinato ocurrido en 2006. En ese entonces, fue condenado a 10 años de prisión por el homicidio de Carlos M. N., un joven que fue apuñalado en un pub. Este oscuro historial ha llevado a las autoridades a investigar su posible implicación en la desaparición de Enrique. Según la denuncia presentada por Enrique, él había sorprendido a Antonio en dos ocasiones robando en su hotel, lo que podría haber desencadenado un conflicto entre ambos.
La relación entre Enrique y Antonio no era del todo desconocida, ya que el sospechoso había trabajado para el empresario como camarero y en tareas de mantenimiento del hotel. Este vínculo ha llevado a las autoridades a considerar a Antonio como el principal sospechoso en la desaparición de Enrique, especialmente después de que se encontraran manchas de sangre en el hotel y en el maletero de otro vehículo de la víctima, un Volkswagen Gol.
### La búsqueda del empresario desaparecido
La búsqueda de Enrique ha sido intensa, con la Guardia Civil movilizando recursos para localizarlo. Sin embargo, hasta el momento, no se ha encontrado rastro de él. La última persona que tuvo contacto con Enrique fue una de sus hijas, quien habló con él por teléfono el 27 de mayo. Dos días después, el Volkswagen Golf fue visto conduciendo de manera errática, lo que ha llevado a la policía a sospechar que el conductor no era Enrique, sino Antonio.
El hallazgo de sangre en el maletero del coche y en el hotel ha intensificado la investigación. Los agentes de Criminalística han estado analizando las muestras en busca de ADN que pueda confirmar la identidad de la víctima y del agresor. La situación es alarmante, ya que los restos de sangre encontrados en el hotel y en el vehículo de Enrique sugieren que pudo haber ocurrido un acto violento.
Mientras tanto, la familia de Enrique está desesperada por respuestas. La falta de información y la incertidumbre sobre el paradero del empresario han generado un ambiente de angustia y preocupación en la comunidad. Las autoridades han instado a cualquier persona que tenga información sobre el caso a que se presente y colabore con la investigación.
La desaparición de Enrique G. P. no solo ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de los empresarios en situaciones de riesgo, sino que también ha resaltado la necesidad de una mayor seguridad en áreas rurales donde la ocupación ilegal y el crimen pueden ser problemas latentes. La comunidad de Bocairent espera que la investigación arroje luz sobre este oscuro suceso y que Enrique sea encontrado sano y salvo.