La Escuela de Arte y Superior de Diseño de Alicante (EASDA) ha sido el epicentro de una crisis que ha movilizado a estudiantes y profesores en busca de soluciones urgentes. La situación se ha vuelto insostenible tras el cierre del centro educativo durante cuatro semanas debido a una plaga de pulgas, lo que ha llevado a la comunidad educativa a alzar la voz y exigir cambios significativos. Este artículo explora las preocupaciones de los estudiantes y el profesorado, así como la respuesta política ante esta problemática.
**Deficiencias Estructurales y de Salubridad**
La EASDA, que ha estado en funcionamiento durante más de tres décadas, ha sido objeto de numerosas quejas relacionadas con su estado de deterioro. La comunidad educativa ha denunciado que las instalaciones presentan graves carencias en términos de salubridad y seguridad. Durante más de diez años, se han presentado solicitudes a la Conselleria de Educación y al Ayuntamiento para abordar la peligrosidad de las instalaciones, que se consideran una ruina técnica. La falta de atención a estas demandas ha llevado a la acumulación de basura y otros desechos en los alrededores del centro, lo que ha generado un ambiente poco saludable para los estudiantes.
Los alumnos han documentado la situación mostrando imágenes de jeringuillas y otros residuos en el entorno de la escuela, lo que subraya la urgencia de una intervención. La comunidad educativa considera que la falta de acción por parte de las autoridades es una actitud negligente que pone en riesgo la salud de los estudiantes y del personal docente. La situación ha llegado a un punto crítico, donde la exigencia de una nueva ubicación para la escuela se ha convertido en una prioridad.
**Movilización y Protestas**
La respuesta de los estudiantes y profesores ante esta crisis ha sido contundente. En una manifestación reciente, los alumnos de la EASDA precintaron el acceso al edificio como símbolo de protesta. Esta acción no solo busca llamar la atención sobre las condiciones en las que se ven obligados a estudiar, sino también presionar a las autoridades para que tomen medidas inmediatas. El concejal del grupo municipal socialista, Emilio Ruiz, ha sido uno de los principales voceros de esta causa, exigiendo al alcalde de Alicante, Luis Barcala, que actúe con rapidez y responsabilidad.
Ruiz ha criticado la inacción del alcalde, señalando que es inaceptable que la comunidad educativa tenga que salir a la calle para exigir lo que debería ser un derecho básico: un entorno de aprendizaje seguro y saludable. La falta de respuesta por parte del gobierno local y de la Generalitat ha sido calificada como abandono institucional, lo que ha intensificado el descontento entre los estudiantes y el personal docente.
La protesta ha sido respaldada por diversas organizaciones y grupos sociales que ven en esta situación un reflejo de problemas más amplios en el sistema educativo. La falta de inversión en infraestructuras educativas y la desatención a las necesidades de los estudiantes son temas recurrentes que han sido objeto de debate en la comunidad. La EASDA se ha convertido en un símbolo de esta lucha por mejores condiciones educativas.
**Reacciones Políticas y Futuras Acciones**
La situación en la EASDA ha captado la atención de varios actores políticos, quienes han comenzado a manifestar su apoyo a la comunidad educativa. La presión ejercida por los estudiantes y profesores ha llevado a algunos concejales a exigir a la Conselleria de Educación que tome cartas en el asunto. Sin embargo, la respuesta del alcalde Barcala ha sido criticada por su falta de compromiso y acción efectiva.
El edil Ruiz ha instado a Barcala a escuchar las demandas de la comunidad educativa y a actuar de manera proactiva. La exigencia de una reubicación de la escuela en un lugar que cumpla con las normativas higiénicas y funcionales adecuadas es una de las principales demandas que se han planteado. La comunidad educativa no solo busca una solución temporal, sino un cambio estructural que garantice un entorno de aprendizaje digno y seguro.
La situación en la EASDA es un claro ejemplo de cómo las deficiencias en la infraestructura educativa pueden afectar la calidad de la enseñanza y la salud de los estudiantes. La movilización de la comunidad educativa es un paso importante hacia la reivindicación de sus derechos y la búsqueda de soluciones efectivas. La presión social y política puede ser un motor para el cambio, pero es fundamental que las autoridades escuchen y actúen en consecuencia.
**El Futuro de la EASDA**
El futuro de la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Alicante depende de la capacidad de la comunidad educativa para mantener la presión sobre las autoridades y de la voluntad política para abordar las deficiencias existentes. La lucha por un entorno educativo seguro y saludable es un derecho fundamental que debe ser garantizado por las instituciones. La EASDA no solo es un lugar de aprendizaje, sino un espacio donde se forman los futuros profesionales del arte y el diseño, y es responsabilidad de todos asegurar que cuenten con las condiciones adecuadas para su desarrollo.
En este contexto, es crucial que la comunidad educativa continúe unida y movilizada. La historia de la EASDA es un recordatorio de que la educación no debe ser un privilegio, sino un derecho accesible para todos. La lucha por mejores condiciones educativas es una batalla que trasciende las paredes de la escuela y que involucra a toda la sociedad. La EASDA merece ser un símbolo de excelencia educativa, no de abandono y deterioro.
