Elche ha perdido a una de sus figuras más emblemáticas, Diego Quiles Navarro, quien falleció a los 83 años tras una larga enfermedad. Su vida estuvo marcada por el esfuerzo, la dedicación y un profundo amor por su ciudad, convirtiéndose en un referente tanto en la industria del calzado como en el ámbito deportivo. Como cofundador de la marca Kelme y expresidente del Elche Club de Fútbol, su legado perdurará en la memoria colectiva de la comunidad ilicitana.
### Los inicios de un empresario visionario
Diego Quiles nació en Elche en 1941, en el seno de una familia trabajadora. Desde muy joven, su vida estuvo marcada por el trabajo duro, ayudando a su padre en un pequeño negocio ganadero. A pesar de no asistir a la escuela de manera convencional, recibió educación en su hogar, lo que le permitió desarrollar una mentalidad tenaz y un fuerte sentido del deber. Su madre, reconociendo su potencial, lo inscribió en una academia donde aprendió contabilidad y mecanografía, habilidades que serían fundamentales en su futura carrera.
En 1957, comenzó a trabajar en una empresa dedicada al calzado, lo que le permitió adentrarse en un sector que más tarde dominaría. En 1961, con solo 20 años, fundó su primer negocio, Quiles Calzados, junto a su hermano y otros socios. Este pequeño almacén de menos de 50 metros cuadrados se convirtió en el punto de partida de una exitosa carrera empresarial. A través de viajes y una red comercial en expansión, comenzó a distribuir calzado por toda España, sentando las bases para lo que sería su legado.
En 1977, junto a sus hermanos, lanzó la marca Kelme, que rápidamente se posicionó como una de las más importantes en el ámbito deportivo en España. Lo que comenzó como una empresa familiar dedicada a la fabricación de calzado y complementos deportivos se transformó en un símbolo de innovación y pasión por el deporte. Kelme no solo se destacó por su calidad, sino también por su compromiso con el deporte base, creando instalaciones deportivas para la formación de jóvenes en Elche.
### Impacto en el deporte y la comunidad
Durante la década de los ochenta, Kelme se consolidó como una marca de renombre tanto a nivel nacional como internacional. La creación de un equipo ciclista en 1979 marcó el inicio de una serie de patrocinios en diversas disciplinas deportivas. En 1994, la marca firmó un contrato histórico con el Real Madrid, lo que catapultó a Kelme a la élite del equipamiento deportivo mundial. Bajo la dirección de Quiles, la empresa se expandió a Europa, América Latina y Asia, logrando una presencia significativa en nueve países.
A pesar de los desafíos económicos y la competencia internacional, Kelme se mantuvo como un referente gracias a su capacidad de innovación y su compromiso con el deporte. Quiles fue reconocido con numerosos premios, incluyendo la insignia al mérito deportivo del Comité Olímpico Español, reflejando su dedicación al fomento del deporte.
La relación de Diego Quiles con el Elche Club de Fútbol es otro de los aspectos destacados de su vida. Desde joven, estuvo vinculado al club, ocupando el cargo de vicepresidente y luego presidente. Durante su mandato, logró el ascenso a Primera División en su primera temporada y lideró la transformación del club en Sociedad Anónima Deportiva, un paso crucial en su historia. Su figura fue siempre respetada por los aficionados, quienes lo recordarán como un presidente apasionado y cercano.
Quiles, casado y padre de seis hijos, representó la esencia del empresario ilicitano: trabajador, intuitivo y comprometido con su tierra. Su trayectoria es un reflejo de la evolución de una generación que transformó Elche en un motor industrial de referencia en Europa. A pesar de su éxito, mantuvo una actitud humilde y una profunda conexión con su ciudad, afirmando que el deporte era su forma de devolver a Elche lo que le había dado.
Con su fallecimiento, Elche pierde a uno de sus grandes referentes. Diego Quiles deja un legado imborrable: una marca que llevó el nombre de la ciudad por todo el mundo, una contribución decisiva al desarrollo del deporte local y una historia personal de superación y visión empresarial. Su vida es un testimonio del valor del esfuerzo y la capacidad de convertir un sueño en un símbolo internacional del deporte español. Su nombre, ligado para siempre a Kelme y al Elche C.F., será sinónimo de trabajo, innovación y pasión por el deporte.
