Cecilio Nieto Cánovas, un nombre que resuena en el ámbito educativo y filosófico de Alicante, es un ejemplo de cómo la vida puede tomar giros inesperados. Nacido en Portmán en 1943, su camino hacia la filosofía y la enseñanza estuvo marcado por la tragedia familiar y decisiones que lo llevaron a convertirse en un referente en su comunidad. Desde sus primeros años en Bigastro, donde su padre, un maestro nacional, influyó en su formación, hasta su carrera como catedrático y escritor, la vida de Cecilio es un testimonio de dedicación y pasión por el conocimiento.
La infancia de Cecilio estuvo marcada por la educación y la tragedia. A los 14 años, comenzó su formación en la Academia Magistral de Orihuela, donde se trasladaba en bicicleta. Su deseo de convertirse en sacerdote lo llevó a un seminario en Onda, donde se sumergió en el estudio de la filosofía y la teología. Sin embargo, la enfermedad de su padre lo obligó a regresar a casa, un momento que cambiaría el rumbo de su vida. Tras la muerte de su padre, Cecilio fue expulsado del seminario, un evento que lo llevó a replantearse su futuro.
A pesar de este revés, Cecilio no se dejó desanimar. Regresó a Bigastro y comenzó a dar clases particulares, lo que le permitió continuar su formación académica. Más tarde, se trasladó a Madrid para estudiar en la Universidad Complutense y la Universidad Pontificia de Comillas. Su dedicación a la enseñanza lo llevó a obtener una beca de investigación en el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), donde desarrolló su carrera académica y se convirtió en un reconocido catedrático de filosofía.
### Un Educador Comprometido
La carrera de Cecilio Nieto como educador se extendió a lo largo de varias décadas. Tras finalizar su formación, trabajó en institutos de Granada y, posteriormente, en Alicante, donde se desempeñó como catedrático en el instituto Jaime II hasta su jubilación en 2010. Su pasión por la enseñanza no solo se limitó a las aulas, sino que también se extendió a la Universidad de Alicante, donde fue profesor asociado. A lo largo de su carrera, Cecilio ha sido un defensor de la educación como herramienta para el desarrollo personal y social.
Cecilio ha publicado más de treinta libros sobre filosofía y ética, destacando su tesis doctoral sobre Georges Gurvitch. Sus obras abordan temas complejos de la filosofía contemporánea, y su enfoque crítico lo ha llevado a reflexionar sobre la justicia, la política y la condición humana. Frases como “La justicia no juzga, arbitra intereses” y “La política no negocia en público, se enreda en trapicheos de pasillo” reflejan su aguda percepción de la realidad social y política.
Además de su labor académica, Cecilio ha estado involucrado en la defensa de los derechos de los consumidores. Desde hace diez años, preside la Unión de Consumidores de Alicante, donde trabaja para proteger los intereses de los usuarios en un mundo cada vez más complejo. Su compromiso con la ética y la justicia social se manifiesta en su trabajo diario, donde busca empoderar a los ciudadanos para que tomen decisiones informadas.
### Reflexiones Filosóficas y Vida Personal
La filosofía de Cecilio Nieto no se limita a la teoría; también se traduce en su vida personal. Su enfoque práctico de la filosofía le ha permitido desarrollar habilidades como el razonamiento lógico y la resolución de conflictos, aspectos que considera esenciales en la vida cotidiana. A menudo cita a Tales de Mileto, recordando que “la cosa más difícil es conocernos a nosotros mismos; la más fácil es hablar mal de los demás”. Esta reflexión resuena en su vida, donde ha buscado siempre el autoconocimiento y la mejora personal.
Cecilio también es un hombre de familia. Casado con Manuela Maestre, ha criado a dos hijos, Mario y Claudio, quienes siguen sus pasos en el ámbito educativo. Además, disfruta de su tiempo libre cuidando de sus nietos, lo que le permite transmitir sus valores y enseñanzas a las nuevas generaciones. Su vida es un equilibrio entre la filosofía, la educación y la familia, un modelo a seguir para muchos.
En un mundo donde la filosofía a menudo se percibe como un campo abstracto y distante, Cecilio Nieto se presenta como un filósofo de cabecera, accesible y comprometido con su comunidad. Su legado no solo se encuentra en sus libros y enseñanzas, sino también en la influencia que ha tenido en la vida de sus estudiantes y en la sociedad en general. Su historia es un recordatorio de que la filosofía puede y debe ser una herramienta para la acción y el cambio social.