La ciudad de Alicante, rica en historia y patrimonio, enfrenta un desafío significativo en la preservación de su legado industrial. Edificios emblemáticos como las harineras de Bufort y Cloquell, así como la antigua refinería de La Británica, son testigos de un pasado que, a pesar de su valor arquitectónico, se encuentra en un estado de abandono y deterioro. La reciente distinción otorgada a la harinera Bufort por la Fundación Docomomo Ibérico resalta la importancia de estos inmuebles, no solo como vestigios del pasado, sino como oportunidades para el desarrollo urbano y cultural de la ciudad.
La distinción a la harinera Bufort, ubicada en el barrio de Benalúa, simboliza un esfuerzo por mantener viva la memoria industrial de Alicante. Sin embargo, la falta de un plan claro para su uso futuro plantea interrogantes sobre su destino. Rubén Bodewig, miembro de la entidad cultural Alicante Vivo, subraya que, a pesar de los esfuerzos realizados por el Ayuntamiento en el pasado, muchos proyectos destinados a revitalizar estos espacios han quedado en el olvido. La preocupación por el futuro de la harinera Cloquell, que se encuentra en una situación similar, es palpable entre los vecinos, quienes temen que estos edificios se conviertan en ruinas si no se les otorga un uso adecuado.
La Asociación de Vecinos Parque del Mar ha estado a la vanguardia en la búsqueda de soluciones para estos espacios. Su presidente, Lorenzo Pérez, ha propuesto que la harinera Bufort se destine a un uso terciario, aunque la explotación recaerá en un agente privado. Por otro lado, el futuro de Cloquell sigue siendo incierto, a la espera de un proyecto público que garantice su conservación y uso. La falta de comunicación entre las autoridades y la comunidad ha generado frustración, especialmente ante la acumulación de suciedad y el abandono que sufren estos inmuebles.
### La Británica: Un Patrimonio Olvidado
La antigua refinería de La Británica, situada en la Serra Grossa, es otro ejemplo de un patrimonio industrial que clama por atención. Este espacio, excavado en la roca durante la época de las guerras mundiales, representa una obra de ingeniería única. Sin embargo, su futuro es incierto. A pesar de que en 2021 se concluyó un proyecto para solicitar al Gobierno central la cesión de este espacio con la intención de musealizarlo, la falta de avances ha dejado a la comunidad en la oscuridad sobre su destino.
Bodewig destaca la singularidad de La Británica, que no solo es un testimonio de la historia industrial de Alicante, sino también un lugar que podría convertirse en un atractivo turístico y cultural. Sin embargo, la complejidad de su propiedad y la degradación continua del sitio son obstáculos que deben ser superados. La comunidad se enfrenta a un dilema: cómo activar un procedimiento que permita la recuperación de un espacio tan valioso, mientras que el vandalismo y el deterioro amenazan su integridad.
### El Antiguo Matadero: Un Futuro en Suspenso
El antiguo matadero de la avenida de Elche, en Agua Amarga, es otro ejemplo de un edificio que ha caído en el olvido. La presidenta de la asociación de vecinos de San Gabriel, Paz Sotodosos, describe su estado como «vergonzoso», reflejando la falta de atención que ha recibido. A pesar de que se han propuesto proyectos para revitalizar el espacio, como el desarrollo de un centro para empresas tecnológicas, la realidad es que el matadero sigue acumulando escombros y grafitis.
Iván Valero, miembro del Colegio Territorial de Arquitectos de Alicante, señala que la ubicación del matadero presenta desafíos logísticos, pero también oportunidades. La rehabilitación de este espacio podría dar lugar a un centro cultural o un vivero de empresas, siempre que se encuentre un uso adecuado que garantice su sostenibilidad a largo plazo. La experiencia ha demostrado que la rehabilitación sin un plan de uso claro puede llevar al abandono, convirtiendo estos edificios en «elefantes blancos».
La situación del antiguo matadero es un reflejo de un problema más amplio en Alicante: la falta de visión y planificación en la recuperación de su patrimonio industrial. Otros edificios, como el de Carabineros de Agua Amarga y el tinglado ferroviario junto a Casa Mediterráneo, también esperan una intervención que les devuelva la vida. La comunidad ha expresado su deseo de que estos espacios se conviertan en centros de interpretación o museos, pero la falta de acción por parte de las autoridades ha dejado a muchos con la sensación de que sus voces no son escuchadas.
La revitalización del patrimonio industrial de Alicante no solo es una cuestión de conservación, sino también de identidad y futuro. La ciudad tiene la oportunidad de transformar estos espacios en lugares vibrantes que conecten su rica historia con las necesidades contemporáneas. Sin embargo, para que esto suceda, es esencial que las autoridades y la comunidad trabajen juntas, estableciendo un diálogo que permita la creación de proyectos sostenibles y significativos que honren el legado de Alicante.