La reciente sesión de control en el Congreso de los Diputados ha puesto de manifiesto la creciente tensión entre el Gobierno y el Partido Popular (PP) en torno a la gestión de la violencia de género y las medidas de protección a las mujeres. La ministra de Igualdad, Ana Redondo, defendió la labor del Ejecutivo, argumentando que las mujeres están más protegidas desde que Pedro Sánchez asumió la presidencia. Sin embargo, las críticas del PP han sido contundentes, acusando al Gobierno de negligencia y de poner en riesgo la seguridad de las víctimas.
**El Debate sobre las Pulseras Antimaltrato**
Uno de los puntos más álgidos del debate ha sido el funcionamiento de las pulseras antimaltrato, un sistema diseñado para proteger a las mujeres que han sido víctimas de violencia de género. Durante la sesión, el PP cuestionó la eficacia de estas pulseras, señalando que miles de ellas no están funcionando adecuadamente. Jaime de los Santos, vicesecretario de Igualdad del PP, enfatizó que la inacción del Gobierno ha contribuido a que muchas mujeres se encuentren en situaciones de riesgo. «Que haya decenas de miles de mujeres sufriendo la lacra de la violencia machista nos interpela a todos, pero que 4.600 pulseras no funcionen solo les responsabiliza a ustedes», afirmó.
Ana Redondo, por su parte, rechazó las acusaciones, afirmando que es «radicalmente falso» que alguna mujer que portara una pulsera haya sido asesinada. La ministra insistió en que el Gobierno ha tomado medidas significativas para proteger a las mujeres y que la oposición está utilizando el tema para obtener rédito político. «Nunca vamos a utilizar a las mujeres como moneda de cambio», declaró Redondo, defendiendo su gestión y la de su equipo.
**El Enfrentamiento entre Gobierno y Oposición**
La sesión no solo se limitó a las pulseras antimaltrato. La vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, también se unió al debate, acusando al PP de intentar sacar rentabilidad política de un tema tan serio como la violencia de género. Montero argumentó que el PP ha votado en contra de numerosas iniciativas que benefician a las mujeres, como la igualdad salarial y el salario mínimo interprofesional. «Ustedes votan en contra de todas las medidas que pueden favorecer a las mujeres», subrayó, retando al PP a apoyar el anteproyecto de ley para abolir la prostitución que el Gobierno planea presentar.
El tono de la discusión se intensificó cuando Miguel Tellado, secretario general del PP, criticó abiertamente a la ministra Redondo, sugiriendo que con un Gobierno decente, ella no debería estar en su puesto. Tellado también dirigió sus críticas al ministro de Justicia, Félix Bolaños, acusándolo de no actuar en defensa de las víctimas de violencia de género. En respuesta, Bolaños defendió la labor del Gobierno y cuestionó la postura del PP, insinuando que su discurso es extremista y que su alianza con Vox, un partido que niega la violencia machista, pone en entredicho su compromiso con la causa feminista.
La discusión en el Congreso refleja una polarización creciente en la política española, donde los temas de igualdad y protección de las mujeres se han convertido en un campo de batalla entre el Gobierno y la oposición. Mientras el Ejecutivo defiende su gestión y los avances en materia de igualdad, el PP continúa presionando por una mayor rendición de cuentas y medidas más efectivas para proteger a las mujeres en riesgo.
Este enfrentamiento no solo pone de relieve las diferencias ideológicas entre los partidos, sino que también plantea interrogantes sobre la eficacia de las políticas implementadas y la necesidad de un enfoque más integral en la lucha contra la violencia de género. La situación actual exige un diálogo constructivo y un compromiso real por parte de todos los actores políticos para garantizar la seguridad y protección de las mujeres en España.