La marchadora española María Pérez se encuentra en la cúspide de su carrera deportiva tras conquistar su cuarto oro mundial en Tokio, consolidándose como una de las figuras más destacadas de la marcha atlética. Con solo 29 años, la atleta granadina ha igualado a la legendaria china Liu Hong en el número de oros mundiales, lo que la posiciona como la sucesora natural de esta icónica figura en la disciplina. Este artículo explora su trayectoria, los desafíos que enfrenta y el impacto que ha tenido en la marcha española.
### Un Palmarés Impecable
María Pérez ha demostrado ser una atleta excepcional, no solo por su capacidad para competir en diferentes distancias, sino también por su consistencia en el rendimiento. Desde su debut en el escenario internacional, ha acumulado un impresionante número de medallas, incluyendo dos oros olímpicos en París 2024 y múltiples títulos mundiales. Su hazaña más reciente en Tokio 2025, donde ganó en las distancias de 20 y 35 kilómetros, la convierte en la primera mujer en lograr dos dobletes mundiales consecutivos, un récord que ni siquiera Liu Hong pudo alcanzar.
La versatilidad de María es una de sus mayores ventajas competitivas. Mientras que Liu Hong se especializó en los 20 kilómetros, María ha demostrado su habilidad en ambas distancias, lo que le ha permitido establecer el récord mundial de 35 kilómetros con un tiempo de 2:37:15 en Poděbrady 2023. Este enfoque multifacético no solo la ha llevado a la cima, sino que también ha ampliado las posibilidades para el futuro de la marcha femenina.
Sin embargo, el camino hacia la consagración definitiva de María Pérez se ve amenazado por decisiones recientes del Comité Olímpico Internacional (COI). La eliminación del relevo mixto de marcha en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028 significa que María no podrá defender su título olímpico en esta categoría, lo que representa una pérdida significativa para su carrera y para la representación de la igualdad en el deporte. La atleta ha expresado su decepción, señalando que esta prueba era un símbolo de avance y trabajo en equipo.
### La Marcha Española en el Escenario Internacional
La marcha atlética ha sido un pilar fundamental del éxito español en competiciones internacionales. Desde la primera medalla en el Mundial de Helsinki 1983, donde Josep Marín obtuvo la plata en 50 kilómetros, hasta la actualidad, España ha cosechado un total de 50 medallas en campeonatos mundiales, de las cuales 24 provienen de la marcha. Esta estadística resalta la importancia de esta disciplina en la historia del atletismo español.
Grandes figuras como Valentí Massana, Daniel Plaza y Jesús Ángel García Bragado han contribuido a la rica tradición de la marcha en España. La llegada de nuevos talentos como María Pérez y Álvaro Martín ha revitalizado esta especialidad, manteniendo a España en la élite mundial. En el Mundial de Tokio, la marcha española brilló con tres medallas: dos oros de María y un bronce de Paul McGrath, quien se perfila como el futuro de la marcha masculina en el país.
La historia de la marcha en España no solo se mide en medallas, sino también en la consistencia y el compromiso de sus atletas. La capacidad de reinvención generacional ha permitido que cada época aporte figuras destacadas que mantienen a España en lo más alto del podio. La marcha ha demostrado ser una disciplina que no solo premia el talento, sino también la dedicación y el trabajo en equipo.
A medida que se avecinan cambios en las distancias de marcha, con la transformación de los 20 kilómetros en media maratón y los 35 kilómetros en maratón completo a partir de 2026, la marcha española se enfrenta a nuevos desafíos. Estos cambios podrían afectar la dinámica de la competición y la preparación de los atletas, pero también ofrecen la oportunidad de adaptarse y evolucionar.
María Pérez, con su juventud y talento, tiene el potencial de seguir brillando en el futuro. Su historia es un testimonio de la perseverancia y la pasión por el deporte, y su legado en la marcha atlética está lejos de haber terminado. La comunidad deportiva española espera con ansias ver cómo se desarrollará su carrera en los próximos años, especialmente con los Juegos Olímpicos de 2028 en el horizonte.