Las altas temperaturas han comenzado a afectar a los centros educativos de Alicante, generando situaciones alarmantes que ponen en riesgo la salud de alumnos y profesores. Recientemente, una alumna del IES Miguel Hernández sufrió una lipotimia y fue trasladada al hospital tras desmayarse en clase debido al calor extremo. Este incidente ha puesto de manifiesto la necesidad urgente de abordar las condiciones climáticas en las aulas, donde las temperaturas superan los límites establecidos por la normativa.
La joven, de 20 años, se desmayó mientras cumplimentaba su matrícula, y aunque fue atendida rápidamente por un compañero socorrista y el personal del instituto, la situación ha generado preocupación entre la comunidad educativa. Con temperaturas que alcanzan los 31 grados y una humedad del 70%, el ambiente en las aulas se vuelve insostenible, especialmente en clases con un número elevado de estudiantes. En el caso del IES Miguel Hernández, aunque se han instalado ventiladores en las aulas, estos resultan insuficientes para mitigar el calor, especialmente en espacios donde se utilizan equipos electrónicos que generan aún más calor.
### La Reacción de la Comunidad Educativa
La comunidad educativa ha comenzado a movilizarse ante esta situación. Estudiantes del IES Miguel Hernández han convocado protestas para exigir medidas efectivas que garanticen un ambiente de aprendizaje seguro y saludable. La Junta de Personal Docente no universitario ha expresado su preocupación por los mareos y pérdidas de conciencia que han experimentado varios alumnos, lo que refleja un problema más amplio que afecta a múltiples centros educativos en la provincia.
Desde la Conselleria de Educación, se reconoce que las altas temperaturas son un problema recurrente, pero se argumenta que las soluciones no pueden ser inmediatas. Ignacio Martínez, director general de Ordenación Académica, ha señalado que se están buscando soluciones a largo plazo, pero que cada centro educativo presenta un perfil constructivo diferente que requiere un análisis individualizado. Esta respuesta ha sido criticada por los sindicatos educativos, que han solicitado reuniones urgentes para abordar lo que consideran una crisis de salud pública en las aulas.
Los sindicatos han denunciado que muchos centros superan los 27 grados, la temperatura máxima legal establecida en el Real Decreto 486/1997, lo que pone en riesgo la salud tanto de alumnos como de docentes. La falta de aislamiento térmico y ventilación adecuada en las instalaciones educativas ha sido señalada como una de las principales causas de esta problemática. Se han propuesto diversas soluciones, como la mejora de infraestructuras, la modificación del calendario escolar y la implementación de horarios especiales durante los meses más calurosos.
### Propuestas para Mitigar el Calor en las Aulas
La Plataforma en Defensa de la Enseñanza Pública de Alicante ha lanzado una serie de reivindicaciones para combatir el calor extremo en las aulas. Entre las medidas propuestas se encuentran la adaptación de horarios, la posibilidad de usar vestimenta más ligera, garantizar el acceso a agua fresca y suspender actividades físicas al aire libre cuando las temperaturas superen los límites de seguridad. Además, se ha solicitado la instalación de toldos, árboles y protección solar en ventanas y fachadas, así como la implementación de sistemas de aire acondicionado y ventiladores en todas las aulas.
En algunos casos, como en el colegio Les Arrels de Elche, se ha llegado a pedir a las familias que lleven aparatos de climatización para ayudar a combatir las altas temperaturas. Esta situación refleja la gravedad del problema y la falta de respuesta adecuada por parte de las autoridades educativas. La comunidad educativa ha enfatizado la necesidad de un protocolo municipal de actuación que contemple medidas específicas para enfrentar el calor extremo en los centros educativos.
Además, se ha planteado la importancia de formar al personal docente para que puedan identificar síntomas de golpe de calor y activar protocolos de emergencia en caso de que se presenten. La preocupación por las condiciones climáticas en las aulas ha llevado a directores de centros educativos a proponer la modificación del calendario escolar, buscando adaptarlo a las necesidades pedagógicas y climáticas de la región.
La situación actual en Alicante es un claro reflejo de los desafíos que enfrentan las instituciones educativas ante el cambio climático. La comunidad educativa, junto con los sindicatos, continúa presionando para que se implementen medidas efectivas que garanticen un entorno de aprendizaje seguro y saludable para todos los estudiantes. La falta de acción podría resultar en más incidentes como el ocurrido en el IES Miguel Hernández, lo que subraya la urgencia de abordar este problema de manera integral y efectiva.