Diana Morant, actual ministra y secretaria general del PSPV, ha intensificado su presencia en la Comunitat Valenciana durante este mes de agosto, un periodo en el que el Gobierno se prepara para el inicio del nuevo curso político en Madrid. Su discurso ha estado centrado en cuestionar la figura de Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana, mientras intenta mantener la cohesión dentro del Gobierno respecto a la reconstrucción tras la reciente dana. Sin embargo, su enfoque ha generado críticas dentro de su propia coalición, Compromís, donde algunos miembros de la Ejecutiva han comenzado a expresar su descontento con la postura de Morant.
La situación se complica aún más con la inminente aprobación del presupuesto, un tema que ha sido históricamente complicado para el Gobierno de Sánchez, que ha estado operando con prórrogas desde la aprobación de las cuentas públicas en 2023. Morant ha instado a Compromís a asumir su responsabilidad en este proceso, recordando que no se puede pedir más dinero sin la aprobación de los presupuestos. Sin embargo, esta llamada a la unidad ha sido recibida con escepticismo por parte de los críticos dentro de la coalición, quienes consideran que la defensa de Morant hacia el Gobierno es excesivamente incondicional.
El sector crítico de Compromís, que se siente alejado de las posiciones oficialistas, ha comenzado a alzar la voz en respuesta a la retórica de Morant. A pesar de ser un grupo minoritario, sus críticas son contundentes y bien fundamentadas. Joan Baldoví, síndic de Compromís en Les Corts, ha centrado su discurso en Mazón, denunciando su gestión y pidiendo su dimisión. Sin embargo, los críticos dentro de la coalición han decidido no limitarse a atacar al líder del PP, sino que también han dirigido sus dardos hacia Morant y el PSPV, cuestionando su compromiso con la Generalitat y la situación de las víctimas de la dana.
Uno de los puntos más destacados de la controversia ha sido la acusación de que la Generalitat está infrafinanciada por el Gobierno central. Francesc Gamero, ex número dos de Hacienda durante el Botánico, ha señalado que la Generalitat es la institución responsable de ayudar a las víctimas y reparar los daños causados por la dana. Gamero ha criticado a Morant por justificar la falta de aportaciones directas a la Generalitat, argumentando que los fondos que se han proporcionado son en su mayoría préstamos, lo que no resuelve la situación de emergencia que enfrenta la comunidad.
Por su parte, Miquel Real, ex jefe de gabinete de la consellera Oltra, ha recordado a Morant que el PSOE no siempre ha sido un aliado confiable para la Generalitat. Esta crítica resuena en un contexto donde muchos en Compromís sienten que el PSPV ha priorizado su lealtad al Gobierno central sobre las necesidades de la Comunitat Valenciana. La tensión entre los dos partidos de la coalición se ha intensificado, y las diferencias ideológicas están comenzando a salir a la luz.
La situación se complica aún más con la llegada de la nueva temporada política, donde la presión para aprobar el presupuesto se convierte en un tema candente. La falta de acuerdo entre el PSPV y Compromís podría tener repercusiones significativas en la gobernabilidad de la Generalitat. La coalición, que se presenta como un frente unido ante el PP, enfrenta el desafío de mantener su cohesión interna mientras lidia con las críticas y las diferencias de opinión.
A medida que se acerca el momento de la verdad, las voces críticas dentro de Compromís están ganando fuerza. La incapacidad de Morant para reconciliar las diferencias y su aparente falta de atención a las preocupaciones de la coalición podrían resultar en un debilitamiento de su posición. La presión sobre la ministra aumenta, y su capacidad para navegar estas aguas turbulentas será crucial para el futuro de la coalición y la estabilidad del Gobierno en la Comunitat Valenciana.
En este contexto, la figura de Mazón sigue siendo un punto focal de la política valenciana. La estrategia de ataque del PSPV hacia el líder del PP ha sido clara, pero la falta de atención a las críticas internas podría costarle caro a Morant. La coalición se encuentra en un momento decisivo, y la forma en que manejen estas tensiones podría definir su futuro en la política valenciana.